Djordjevic, la leyenda serbia con mano de hierro que no se casa con nadie
El exjugador del Barcelona y el Real Madrid dirige a la selección de Serbia, que este miércoles se juega ante Brasil pasar a las semifinales de la Copa del Mundo
La última imagen de la primera fase de la Copa del Mundo fue la de Sasha Djordjevic, seleccionador serbio, montando un 'numerito' en el Palacio de los Deportes de Granada en los últimos minutos del partido contra España. Discutió con los árbitros, con los jugadores, con Orenga... Al final acabó expulsado. En la rueda de prensa posterior no se cortó y dijo que España "no necesita ayuda para demostrar que es mejor" y que no habían respetado a su equipo."Yeso no lo puedo aceptar", recriminó. Todo aquello no hizo sino transformar a sus jugadores, que tres días más tarde jugaron contra Grecia su mejor partido del Mundial. Ganaron con solvencia y se plantaron en cuartos de final, donde su enfrentamiento con Brasil (Madrid, 18:00 horas)se ve ahora más igualado que hace unos días.
A pesar de la dura época posyugoslava que ha atravesado el baloncesto serbio en las dos últimas décadas, a la selección de Serbia nunca le ha faltado materia prima. Los 'plavi' dominaron el panorama internacional a finales de los 90 y principios de los 2000 con una generación criada enlas estructuras yugoslavas. Djordjevic era parte de un equipo en el que jugaban Bodiroga, Drobnjak, Stojakovic... Eran los años que marcaban el paso de una época gloriosa a otra mucho más terrenal, con varias selecciones europeas por encima y ningún equipo balcánico entre los mejores del continente. Desde el título mundial en el2001, sólo el subcampeonato europeo del 2009 arrojó algo de esperanza, pero duró muy poco.
Aquella selección llena de veinteañeros a la que sólo pudo frenar España parecía que iba a comerse Europa, pero cuatro años después apenas quedan cinco de sus jugadores en la selección: Teodosic, Markovic, Bjelica, Raduljica y Krstic. El cuarto puesto en el Mundial del 2010 fue la última actuación destacable de una generación que no cumplió las expectativas. Los continuos problemas extradeportivos yla alarmante falta de carácter en momentos decisivos fueron señas de identidad del equipo dirigido por Dusan Ivkovic. La llegada al banquillohace un año de Sasha Djordjevic tenía como objetivo cambiar todo eso. Y con mucho trabajo parece que lo está consiguiendo.
Djordjevic es una leyenda del baloncesto serbio, lo que le confiere una autoridad que no tienen otros entrenadores. Lo ha ganado todo, mucho más de lo que van a ganar los jugadores a los que entrena, por lo que puede permitirse hacer cosas cuestionables, como cuando en la preparación discutió con Vladimir Micov y lo expulsó del banquillo con un empujón y luego lo mandó a casa, dejándolo sin Mundial. No se casa con nadie, por más importante que sea. Nenad Krstic, uno de los pilares de la selección la última década y uno de los jugadores mejor pagados de Europa, sólo juega 11,2 minutos por encuentro. Contra Francia e Irán no jugó. Y contra España sólo estuvo en pista 6 minutos.
La impresión que dejó el equipo serbio en los octavos de final fue inmejorable. Contra Grecia (90-72), Djordjevic consiguió que el talento estuviera supeditado al equipo.Teodosic dirigió siempre y anotó cuando el equipo lo necesitaba;Bogdanovic y Bjelica fueron demasiado para sus pares; y Raduljica siguió demostrando que en recursos ofensivos muy pocos pívots son mejores. Pese a todoello, el Sasha eufórico que saltó a la pista a felicitar efusivamente a sus jugadores se transformó en el vestuario y en la rueda de prensa posterior destacó la defensa:"Todo este mes y medio hemos trabajado la defensa, y ha aparecido aquí. Hemos mejorado la mentalidad, y han llegado las individualidades, porque talento sabemos que tenemos, pero hemos comenzado en la defensa". Trabajo, trabajo y más trabajo.
Hace una semana, el enfrentamiento con Brasil en el Grupo B acabó con victoria sudamericana por 73-81, en un partido bastante irregular de ambosequipos, que en los octavos de final fueron muy superiores a sus rivales. Si Serbia mantiene el nivel del enfrentamiento contra Grecia, luchar por las medallas no es una utopía. Antes de ese partido, Dejan Bodiroga, otro leyenda del baloncesto serbio y que ahora es vicepresidente de la federación, dijo que la frontera de Serbia podían ser los cuartos. Pero Djordjevic no es de la misma opinión:"No nos ponemos límites, cada uno tiene su opinión.Bodiroga habla de muchas cosas. Yo no comento la opinión de otros".
La última imagen de la primera fase de la Copa del Mundo fue la de Sasha Djordjevic, seleccionador serbio, montando un 'numerito' en el Palacio de los Deportes de Granada en los últimos minutos del partido contra España. Discutió con los árbitros, con los jugadores, con Orenga... Al final acabó expulsado. En la rueda de prensa posterior no se cortó y dijo que España "no necesita ayuda para demostrar que es mejor" y que no habían respetado a su equipo."Yeso no lo puedo aceptar", recriminó. Todo aquello no hizo sino transformar a sus jugadores, que tres días más tarde jugaron contra Grecia su mejor partido del Mundial. Ganaron con solvencia y se plantaron en cuartos de final, donde su enfrentamiento con Brasil (Madrid, 18:00 horas)se ve ahora más igualado que hace unos días.