Bolt, un campeón que se prepara comiendo alitas y figura en la lista Forbes

Usain Bolt ha sabido elevar la carrera más rápida del mundo al nivel de espectáculo. La carrera más rápida del mundo, esa a la que Ben Johnson dio un golpe de muerte dejando en nada sus duelos con Carl Lewis por culpa de su varicia y de sus engaños, ha adquirido un rango de show que más allá de lo deportivo. El jamaicano es una estrella mediática, es un atleta capaz de entrar en la lista Forbes y de prepararse comiendo alitas de pollo y hamburguesas. Es así, natural, espontáneo y de ello ha sabido crear un emporio que está a la altura y supera incluso a futbolistas y jugadores de la NBA, auténticos reyes en eso de ganar dinero a través del deporte.

Colecciona mejores marcas. Suyas son las tres mejores de la historia, pero lejos de ser un seta, de convertirse en un personaje estirado y alejado del mundo, sabe que los medios de comunicación es la mejor manera de venderse de crear un producto. Tras la final, no tuvo inconveniente alguno en atender a todos los allí presentes durante una hora. La gente quería Bolt y todo el planeta tuvo dósis del hombre más rápido de la tierra. Sabe manejar ese carisma que indudablemente tiene. Es el mejor, puede parecer arrogante con sus gestos, pero no tiene enemigos reconocidos. No le importa compartir entrenador con Blake aunque cada uno hace una preparación distinta. Glen Mills los maneja a la perfección en las pistas de Kingston. Los rivales le respetan y admiran por igual; la afición le idolatra y las marcas le han situado a un nivel económico impensable para un atleta.

Puma la marca que le viste y guía sus pasos desde que prácticamente se inició en el deporte se asegurado su matrimonio con el velocista a razón de diez millones de euros por año. La cuenta es muy sencilla. Dicen los del marketing de la firma alemana que si en la noche del domingo le vieron 4.000 millones de espectadores en los nueve segundos de la carrera y en la hora del show anterior y posterior, inversión rentabilizada.  En Visa piensan igual y por eso le eligieron como imagen durante los Juegos. Sus ingresos de 2011 le sitúan en la lista Forbes en el puesto 69 con 19 millones de euros. Por delante de él en cuanto a los deportistas son los tenistas Federer, Nadal, Djokovic, Sharapova, jugadores de fútbol como Messi, Beckham y Ronaldo y los miembros del Dream Team actual. El oro del domingo elevará su caché para alegría de Ricky Simms, su agente desde que tenía 17 años. Sus apariciones se cotizarán a 300.000 euros para arriba y hablan de 25 millones de euros los que ingresará en 2012. Y es que ya tiene cuatro oros olímpicos y puede marcharse de Londres con dos más.

Las respuestas de Bolt no suelen ir más allá de las convencionales. Solo cuando se habla de Gatlin cambia el registro. Antes de los Juegos dijo de él: “No se debe preocupar de mí y sí de otros atletas que le han batido con anterioridad”. El domingo fue frío en el saludo con él tras el triunfo y en sus comentarios sobre él. “Buena carrera”. No le perdona el positivo y la utilización de argumentos nada deportivos para ganar. Además, según Bolt intenta evitarle porque solo busca la provocación, la pelea y eso no le gusta. “Hablo en la pista”, repetía una y otra vez cuando se le preguntaba sobre sus rivales tras su nuevo triunfo olímpico.

“Espero que esto sirva para hacer que mi leyenda crezca, que aumente. En las semifinales me sentí muy bien y ahí es cuando me di cuenta que podía ganar. Soy el más rápido pero tenía que demostrarlo. El día que perdí en los trails de Jamaica con Blake me di cuenta que tenía que reaccionar, trabajar más”,  comenta Bolt cuando habla de su carrera. En esta ocasión se olvidó de las alitas de pollo para el día de la carrera. “Plátanos, un sandwich, una manzana y zumo. Ni salsas ni alitas de pollo. Después, pollo y arroz. Tenía que estar bien, a punto y lo hice”.