Los problemas pulmonares no impiden que Cavendish sea el más rápido al sprint

Mark Cavendish se impuso en un cerrado sprint con el que acabó la quinta etapa del Tour de Francia por delante de Edvald Boasson Hagen mientras Simon Gerrans mantuvo el maillot de líder. El ciclista de la Isla de Man se impuso en el primer sprint que pudo disputar después de que las caídas o los puertos le privaran de los que había habido hasta el momento. Se trata de su primer triunfo Cavendish en esta edición del Tour y el 24 en su carrera en la ronda gala. La última hasta hoy la consiguió en los Campos Elíseos en la última etapa del año pasado.

Cavendish, que en los últimos días aseguraba que arrastraba problemas pulmonares, demostró que sigue siendo el más rápido del pelotón y se sacó la espina de la víspera en la que su equipo, el Omega, se quedó a 75 centésimas de la victoria en la contrarreloj por equipos. Con este triunfo, el británico se queda a una victoria en el Tour de André Leducq, a cuatro de Bernard Hinault y a diez de Eddy Merckx, el hombre que más logró en la ronda gala.

Por detrás entró, contra pronóstico, Boasson Hagen mientras que el tercer puesto fue para Sagan (Cannondale) al que se le escapa la victoria. El eslovaco ha sido segundo en dos ocasiones lo que le permite mantener el maillot verde de la regularidad. La llegada agrupada impidió cambios en la general liderada por Gerrans (Orica). Entre los favoritos, Froome es el mejor situado, séptimo, con seis segundos de renta sobre Alberto Contador.

La jornada estuvo marcada por una escapada que se formó al inicio de la etapa. Una fuga exótica que contaba en su presencia con el único japonés del pelotón, Yukiya Arashiro, y uno de los dos negros, Kévin Reza. Además de esos dos ciclistas, ambos del Europcar, figuraban entre los fugados el único ciclista no español del Euskaltel, Romain Sicard. Junto a ellos están Alexey Lutsenko, Vacansoleil Thomas y Anthony Delaplace. La escapada se formó nada más lanzarse la etapa en Cagnes-sur-Mer y llegó a contar con casi 13 minutos de ventaja cuando se habían recorrido 37 kilómetros de camino a la meta de Marsella, situada a 228,5.