Robredo se rehace como tenista a base de épica y buscará las semifinales ante Ferrer

Desde 1927 en Wimblendon, por medio de Cochet, nadie conseguía remontar tres partidos como logró ayer Tommy Robredo ante Nicolás Almagro. No estoy soñando, estoy bien despierto. Uno nunca sueña con liarla tan gorda. Llegar a cuartos sí, pero remontar tres partidos no, no tengo ese tipo de pesadillas", declaraba el catalán tras sudar más de lo esperado en su duelo ante Nico Almagro.

Le va la gesta en este Roland Garros a Tommy Robredo. Su remontada ante Almagro se une a las logradas ante Monfils en tercera ronda y en segunda ronda ante el holandés Sijsling. "No me importa que sea un récord, lo importante es que he ganado un partido grande, contra un rival que me había ganado cinco veces. Los récords son para la prensa. Lo importante es que he ganado una gran batalla contra un jugador tremendo en tierra batida", afirmó Robredo. “¡Tommy!¡Tommy!” clamaba la grada de París. La grada reconocía así el esfuerzo titánico de un jugador tras meses de ostracismo, ausente de las grandes citas. Pese a lo heroico de su victoria, el tenista elogió las dificultades que las que les puso  su contrincante, reconociendo así la talla de su rival. “Un jugador muy contante en tierra batida, su superficie favorita, en su torneo favorito", dijo sobre Almagro.

Reconoce Robredo que su año de lesión le ha ayudado a madurar como jugador. "Uno en la vida pasa momentos buenos y malos y se aprende más de los malos que de los buenos. Estar un año lesionado te hace pensar muchas cosas y disfrutar más cuando estás de vuelta, no dar ninguna bola por perdida. Antes daba alguna, ahora las lucho todas. Cuando estaba lesionado lo único que pensaba era en recuperarme para volver a hacer lo que me gusta", indicó.

Con tanta emoción contenida no pudo evitar el ya cuartofinalista de Roland Garros romper a llorar, descargando toda la emoción acumulada. "Últimamente estoy más llorón. En el Godó cuando perdí con Raonic, en el vestuario se me escaparon lágrimas, había estado a punto de llegar a las semifinales en mi casa. Hoy he intentado no llorar, pero me ha salido, había mucha tensión acumulada, mucho remontar,... te sale todo. No pasa nada porque uno llore, demuestra lo contento que estaba por conseguir lo que he logrado, remontar a un jugadorazo como 'Nico' en una pista que le encanta, en un torneo que le encanta"

Espera ahora David Ferrer por un puesto en las semifinales del torneo parisino en las que presumiblemente estará el suizo Roger Federer si se cumplen los pronósticos. "Será una batalla muy dura, tiene un nivel increíble, falla muy poco y está jugando muy agresivo. Ya lo prepararé. Ahora hay que recuperar para tener una batalla al máximo de posibilidades posibles. Él ha ganado todos los partidos en tres sets y yo llego con la mochila un poco cargada, pero con mucha ilusión de llegar a semifinales de un Grand Slam. Lo que es seguro es que lucharé hasta el final aunque tenga dos sets en contra", finalizaba el catalán. Sin nada que perder, ya sueña con alcanzar las semifinales.