Pistorius-O.J. Simpson, paralelismos de dos ‘ángeles’ caídos del Olimpo del deporte

El caso de Oscar Pistorius ha conmocionado al mundo en general, y al deporte en particular. La acusación como presunto autor del asesinato de su novia, la modelo Keeva Steenkamp, ha derrumbado uno de los grandes mitos del deporte contemporáneo. El espíritu de superación del atleta discapacitado más famoso del mundo, capaz de competir incluso en unos Juegos Olímpicos (Londres 2012), lo había convertido en ídolo en su país, venerado por sus compatriotas y visto como ejemplo dentro y fuera de sus fronteras. Incluso las grandes marcas deportivas, entre ellas Nike, lo eligieron como imagen para sus campañas. Pero todo eso se ha venido abajo en cuestión de horas.

Este pasado jueves, Pistorius acaparaba las portadas de todos los diarios digitales del mundo (las de los periódicos al día siguiente), y en esta ocasión no mediaba ningún logro deportivo. La policía de Pretoria le acusaba de asesinato. El revuelo está siendo de tal magnitud que, en la jornada de ayer viernes, el seguimiento del juicio en el Tribunal de la Magistratura de Pretoria fue masivo. El atleta sudafricano se derrumbó durante la vista, mientras su abogado, Kenny Oldwage, pedía un aplazamiento que el juez Desmond Nair admitió y que ha hecho que el proceso se vaya a retomar el próximo martes 19. Será entonces cuando sepamos el castigo para ‘Blade Runner’. En un principio, descartada la pena de muerte (no existe en Sudáfrica), el atleta podría ser condenado a cadena perpetua. Para ello habrá que esperar aún cuatro días.

Por las circunstancias y por las personalidades del caso, el de Pistorius puede ser equiparable al juicio de mayor repercusión mediática que se recuerda, el de O.J. Simpson. La exestrella de fútbol americano fue acusada en primera instancia, y absuelta después, del asesinato de su esposa y el amante de ésta. Otro deportista con, aparentemente, todo en la vida y al que de repente el mundo se le venía encima. La sociedad y la maquinaria mediática americana empezaron a funcionar de tal manera que el proceso judicial de Simpson fue el más seguido de la historia. El veredicto llegó a cifras insuperables, con más de la mitad de la sociedad estadounidense pendiente del televisor.

De aquel caso quedaron muchas dudas, y de hecho todavía hay gente que sigue pensando que quien fue jugador de Buffalo Bills y San Francisco 49ers es culpable. Para todos ellos resulta difícil de explicar que fuera absuelto en un proceso y condenado en otro. En el segundo, a Simpson se le obligó a pagar 33,5 millones de dólares a los familiares de las víctimas por daños. Veremos qué es lo que sucede con Oscar Pistorius, aunque éste no parece que vaya a correr la misma suerte.

Otro paralelismo con Rudi Visiage

Precisamente en el caso del ‘atleta biónico’, la primera hipótesis que se barajó fue la muerte accidental de la pareja del deportista. Según apuntaban las primeras fuentes, Pistorius habría disparado a Keeva Steenkamp al confundirla con un ladrón que trataba de acceder a la propiedad del deportista, en Pretoria. Estas informaciones pronto fueron desmontadas para dar paso a la acusación formal y que es la que ahora se juzga.

Pero lo contado en primera instancia es algo que sí ocurrió con Rudi Visiage. El exjugador de rugby de los ‘springbooks’, como comúnmente se conoce a la selección nacional de Sudáfrica, mató a su hija de 19 años, en unas circunstancias similares. Otra gran estrella del deporte sudafricano que se veía envuelta en un asunto tremendamente comprometido. En esta ocasión, la versión de muerte accidental fue corroborada por el juez y se pudo demostrar que Visiage disparó a gran distancia de la víctima, confundiéndola, en esta ocasión sí, con un ladrón.