Hasta siempre Alberto: el último concierto del capitán de la España campeona del mundo

Líder, jefe, capitán, rock and roll, bicampeón... Alberto Entrerríos ha dejado escrito para siempre diferentes significados de su nombre dentro de la selección española de balonmano. Aunque siempre se ha caracterizado por tomar buenas decisiones sobre la pista, la de esta vez es para quedarse fuera de ella. "Ahora sí que ya no tengo razones para no retirarme. Así da gusto, retirarse en todo lo alto... con este campeonato". Su figura, desde ayer, quedará ensalzada de una manera perenne en la historia de este deporte tras un torneo que terminó con el mejor final que un guionista de Hollywood pudiera escribir para la biografía de Alberto: levantando el precioso trofeo ante sus paisanos y a sólo unos metros de un hermano empapado en lágrimas.

Poco después de concluir el partido, Alberto y Raúl se fundieron en un abrazo. Los hermanos Entrerríos no pudieron ocultar ni un ápice de emoción. Un momento único e irrepetible. El mayor de estos gijoneses, Alberto, daba el testigo al pequeño, un asiduo de la Selección llamado a ser el 'cerebro' de este equipo y que tuvo que seguir el Mundial desde la grada por culpa de una lesión. Un trocito de esta victoria mundial era de Raúl y así lo hizo ver el Príncipe de Asturias cuando le entregó también una medalla de oro (Ugalde y Hombrados también son Hispano). El llanto del pequeño de los Entrerríos fue uno de los focos protagonistas de una de las noches que más orgulloso se sintió de su hermano mayor.

A sus 36 años, 726 goles y 239 partidos, este gigante de 1,92m y 100kg dijo basta a la Selección española. Es uno de los dos Hispanos que repite oro en un Mundial -junto con Albert Rocas- y el único de este grupo que considera que su momento ha llegado. Los motivos son la edad y su familia, de quien se acordó minutos después de haber vestido por última vez la Roja de España. "Esta victoria se la dedico especialmente a mi mujer. Cuando estoy con la Selección se hace duro porque si yo me canso, ella se cansa el doble". A partir de ahora, Silvia podrá disfrutar de su marido más de lo habitual.

En Londres, Valero se acordó del no convocado Entrerríos

No ha sido ni mucho menos fácil que Alberto pudiera redactar de este modo su final. Para ello debió aguantar el tipo cuando recibió el 'golpe' de no ir convocado a los JJOO de Londres. Pero fue allí, en la capital inglesa, donde empezó a tejerse este desenlace de ensueño para Alberto ya que Valero Rivera admitió posteriormente que le echó en falta. Unos meses después rectificó y le llamó para que capitanease a España en el Mundial de su casa. 

Durante el torneo, aparentemente, todo fue sobre ruedas a pesar de tener algún que otro crítico inicial. Quizás era su edad o su elevado nivel de discreción laboral, el caso es que  desde la tribuna de prensa de la Caja Mágica se escuchó algún comentario que ponía en duda su presencia en esta cita. Dichas dudas las despejó de un plumazo cuando su oficio, sus lanzamientos, su defensa y su jerarquía apareció ante Croacia y Serbia, primeros choques 'serios' del combinado nacional. Estas críticas terminaron de caen en saco roto cuando ayer fue nombrado mejor lateral izquierdo del Mundial.

Alberto deja la Selección con un total de seis medallas en su haber. A los dos oros mundialistas, hay que añadir la plata continental de 2006, y los bronces europeo (2000), olímpico (2008) y mundial (2011), además de proclamarse campeón con España en los Juegos Mediterráneos de Almería de 2005 y conseguir otro bronce en esta cita en Bari 1997. Poco más se puede pedir a este palmarés.

Un duro golpe que logró pasar junto a su hermano

Tal vez, la única espina que nunca podrá sacarse sea la de no haber podido levantar este trofeo junto con su hermano, con quien ha compartido momentos dulces con la camiseta de España y uno muy amargo, cuando en la concentración del Mundial de 2011 perdieron a su madre. Ayer, la rabia y alegría que Raúl derramaba en cada lágrima era debido a eso, a que no pudo ayudar a su hermano mayor a cerrar el círculo con la Selección.

A partir de ahora, el balonmano para Alberto Entrerríos continuará a nivel de club. El ex de Ademar, FC Barcelona y Ciudad Real / Atlético de Madrid, disfruta en Nantes de lo que no puede en nuestro país por cuestiones económicas. Lo normal es que algún día vuelva para que de su conocimiento, talento y experiencia, se aprovechen las futuras generaciones. Si esto no ocurre, al menos siempre quedará su rock, tanto el que ha practicado con los Hispanos como el de 'Semillas Negras', el grupo donde da rienda suelta a su guitarra.

Gracias por este último concierto con España y hasta siempre, Alberto.