Es noticia
España no falla y jugará la final de 'su' Mundial tras derrotar a Eslovenia
  1. Deportes
LOS DE VALERO RIVERA SENTENCIARON EN UNA SEGUNDA MITAD FORMIDABLE (26-22)

España no falla y jugará la final de 'su' Mundial tras derrotar a Eslovenia

España está en la final de su Mundial. Tras un largo camino, los de Valero Rivera saltarán este domingo en la pista del Palau Sant Jordi

Foto: España no falla y jugará la final de 'su' Mundial tras derrotar a Eslovenia
España no falla y jugará la final de 'su' Mundial tras derrotar a Eslovenia

España está en la final de su Mundial. Tras un largo camino, los de Valero Rivera saltarán este domingo en la pista del Palau Sant Jordi para tratar de proclamarse, por segunda vez en la historia, campeones del mundo. Eslovenia ha sido el último en caer (26-22). Costó, pero la fe de este equipo mueve montañas y también tumbó a un joven conjunto balcánico que venía de hacer un torneo inmaculado.

El ambiente del Palau ponía los pelos de punta y, viendo los rostros de concentración de los jugadores españoles, era evidente que nos encontrábamos ante una cita histórica para nuestro balonmano. No cabe duda que la presión estaba sobre las cabezas de los nuestros, grandes favoritos para colarse en la gran final. Quizá por eso, o por la rapidez y la versatilidad del juego de Eslovenia, la primera parte fue un auténtico carrusel de idas y venidas que hizo muy entretenida la media hora de juego inicial.

El marcador se fue moviendo con mínimas ventajas, siempre favorables a los ‘Hispanos’, hasta que la Selección tiró de consistencia defensiva, con un Arpad Sterbik sublime (seis paradas prodigiosas en la primera parte) y una gran circulación de pelota, culminada con balones interiores que finalizaban en gol, para romper el partido. A falta de siete minutos para el descanso, España ganaba por 12-7, máxima renta del partido hasta ese momento.

Sin embargo, por cosas incomprensibles que tiene a veces el deporte, los de Valero Rivera desconectaron por un momento. Quién sabe si contagiados por el ambiente de euforia que se vivía en el Palau, el caso es que España entró en un bache importante. Nada entraba en ataque, y los eslovenos comenzaron a encontrar grietas importantes en la defensa española por las que penetrar e ir arañando diferencia en el luminoso. Un parcial de 0-3 nos hacía bajar de la nube que nos situaba anticipadamente en la final y el seleccionador se vio obligado a parar la efectividad de nuestro rival con un tiempo.

Aún así, nada de nada. España pedía el descanso a gritos, acumulando cuatro minutos sin anotar un gol, y Eslovenia vivía su momento más dulce del partido. Por ellos, hubieran empalmado la primera parte con la segunda. Tenían al anfitrión grogui. Afortunadamente el cronómetro llegó al minuto 30 y los de Valero Rivero pudieron tomar aire. No vamos a decir que miedo, pero sí que se pasaron instantes de cierta angustia.

La tormenta perfecta

Mente y físico renovados, la Selección volvió a cogerle el tono a la semifinal, fundamentalmente en defensa. El 6-0 de los nuestros empezó a funcionar y Eslovenia tan sólo hizo un gol en los primeros diez minutos. Ahora bien, la mejora atrás no vino acompañada de la frescura y eficiencia habituales en ataque. Los lanzamientos desde nueve metros no encontraban portería y se estrellaban en Skof. El guardameta esloveno cuajó una actuación magistral, con nada más y nada menos que 12 paradas. Aún así, la ventaja siempre era favorable a los de Valero Rivera, que seguían obligando a sus adversarios a apurar tanto sus ataques que incurrían en juego pasivo con cierta asiduidad.

Era cuestión de tiempo que los ‘Hispanos’ rompieran el partido. Y lo hicieron mediado el segundo tiempo. Al gran trabajo en defensa y las paradas de Sterbik se unió la rapidez en ataque y el acierto de cara a portería sobre todo de Joan Cañellas, Julen Aginagalde y Viran Morros. Consecuencia, parcial de 6-0 que ponía el marcador en 21-14, demasiada renta como para dejar escapar la oportunidad de meterse en una nueva final de un Mundial. España y el Palau Sant Jordi, con Busquets e Iniesta como testigos de excepción, saboreaban la medalla (veremos si de oro o de plata). El objetivo parecía cumplido, pero Valero desde el banquillo pedía mucha cabeza. No podíamos echar por tierra tanto trabajo.

Pero este grupo sabe lo que se tiene entre manos y no lo iba a dejar escapar. Así fue, control absoluto del juego y el paso inexorable de los minutos ofrecía una sensación de tranquilidad inusual en un partido de este tipo. Nos colábamos en la final de nuestro Mundial. Todos los deseábamos, pero el camino hasta llegar aquí no ha resultado sencillo. Otro rival en la cuneta, y a un paso de la gloria.

Ahora es el turno de Dinamarca, que se deshizo sorprendentemente de Croacia (26-20). Pero el rival era lo de menos. Llegados a este punto y jugando en casa, nadie nos va a quitar la ilusión de volver a ser campeones del mundo (ya lo fuimos en 2005). Este equipo y el balonmano español lo merecen

- Ficha técnica:

26- España (13+12):
Sierra; Entrerríos (1), Maqueda (1), Víctor Tomás (2), Sarmiento (2), Aguinagalde (3), Rivera (3) -equipo inicial- Sterbik (ps), Rocas (1), Cañellas (5, 1p), Montoro (1), Morros (3), Ruesga (-), García (2), Ariño (-), Guardiola (2).

22- Eslovenia (13+10): Skof; Pucelj (-), Dolenec (6, 1p), Luka Zvizej (-), Gaber (1), Zorman (1), Marguc (7, 1p), -equipo inicial- Prost (ps), Bilbija (1), Dobelsek (1), Kavticnik (-), Bezjak (-), Skube (1), Bundalo (1), Miha Zvizej (2), Macksovsec (1).

Parciales: 1-2, 5-3, 8-6, 10-7, 12-8, 13-12 (descanso) 15-13, 15-14, 18-14, 21-15, 24-18, 26-22 (final)

Árbitros: Leifsson y Palsson (Islandia). Excluyeron por dos minutos a los españoles Maqueda y Rivera y a los eslovenos Marguc, Zorman y Dolenec.

Incidencias: Partido de semifinales del Campeonato del Mundo de balonmano disputado en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante unos 12.000 espectadores. Fue nombrado mejor jugador del partido el español Sterbik.

España está en la final de su Mundial. Tras un largo camino, los de Valero Rivera saltarán este domingo en la pista del Palau Sant Jordi para tratar de proclamarse, por segunda vez en la historia, campeones del mundo. Eslovenia ha sido el último en caer (26-22). Costó, pero la fe de este equipo mueve montañas y también tumbó a un joven conjunto balcánico que venía de hacer un torneo inmaculado.