Castaño deja la Federación de Ciclismo y no augura un buen futuro para este deporte

El XXI Memorial Mª Isabel Clavero celebrado este fin de semana ha sido el último acto al que ha asistido Juan Carlos Castaño como presidente, ya en funciones, de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC). Se marcha decepcionado porque no augura un futuro halagüeño para su deporte, ni siquiera decente. No se presenta a la reelección ante la que se avecina. Le ha tocado vivir una legislatura ajetreada. Uno de los mayores problemas con los que se encontró fue el positivo de Alberto Contador. El primer organismo que debía decidir era el Comité de Competición, dependiente de la propia federación. Su intención era sancionar a Contador con un año de suspensión para calmar la sed de la UCI y de la AMA, además de jugar con las fechas para que la sanción le afectase lo menos posible en la competición. Alberto jamás hubiese aceptado ese pacto como posteriormente ha demostrado litigando hasta el final. Las intromisiones de políticos y hasta de jueces ajenos al caso cambiaron el veredicto final de Competición, que terminó declarando inocente a Alberto Contador ante el clamor internacional.

Las elecciones se celebrarán el próximo sábado 1 de diciembre. Se han presentado dos candidaturas. Los aspirantes a la presidencia son Francisco Antequera, exseleccionador nacional, apoyado por el presidente saliente y gran favorito. El otro candidato es José Luis López Cerrón, exciclista, del que internacionalmente no se tienen las mejores referencias por su implicación en la defensa de Contador como la persona que adquirió la carne que supuestamente estaba contaminada. Es conocido como el del chuletón.

El nuevo presidente tendrá que enfrentarse a problemas importantes. No se augura una legislatura ni cómoda ni tranquila. Para empezar se encontrará con la reapertura de la 'Operación Puerto', que llega a su tercera fase. A partir del 28 de enero, los siete imputados se sentarán en el banquillo, acusados de un presunto delito contra la salud pública. Se pondrá así punto final a una de las operaciones más chapuceras que se se haya realizado en nuestro país. El otro grave problema al que se enfrenta el ciclismo no es exclusivo de este deporte, la grave crisis económica que afecta a la federación, que está teniendo problemas para poder pagar las nóminas a sus empleados. Buena parte de ellos tendrán que ser despedidos. El CSD les rebaja la subvención un 70%, quedándose la ayuda estatal en las cantidades que percibían a finales de los 80. Una regresión superior a los veinte años.

Juan Carlos Castaño seguirá vinculado al ciclismo de base, como ha hecho toda su vida. Recuerda con nostalgia las carreras de cuatro de sus ciclistas a los que hizo olímpicos en pista desde el velódromo de San Sebastián de los Reyes. Comenta orgulloso las dos medallas y dos diplomas que consiguieron. Otra de sus ilusiones será recuperar una clásica del calendario español como es la Vuelta a los Puertos, histórica prueba de reconocido prestigio internacional que discurría por el maravilloso paraje de la sierra madrileña, por el que Castaño también disfrutará montando en bici. Como disfrutó el sábado en el Memorial Mª Isabel Clavero, una de las pocas pruebas de este tipo que sobreviven al raquítico calendario. Gracias a Dani Clavero, al Ayuntamiento de la Rozas y a la colaboración de ciclistas profesionales con su presencia ha podido celebrarse esta prueba como si fuese una gota de agua en el desierto en el que se está convirtiendo el ciclismo. Una fiesta de la bicicleta que sirvió también para recordar a Juan Carlos Vicario, ciclista profesional fallecido tras una grave enfermedad el pasado 27 de septiembre.