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La televisión ha dado la espalda al deporte, los millones de euros han desaparecido
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NI LOS JUEGOS NI LA EUROCOPA FUERON RENTABLES

La televisión ha dado la espalda al deporte, los millones de euros han desaparecido

La fuente se agotó. No da para más. El deporte ha dejado de ser prioridad para las cadenas de televisión, al menos a cualquier precio. El

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La televisión ha dado la espalda al deporte, los millones de euros han desaparecido

La fuente se agotó. No da para más. El deporte ha dejado de ser prioridad para las cadenas de televisión, al menos a cualquier precio. El apagón que sufrió la selección española el pasado 12 de octubre en su partido ante Bielorrusia no era más que el aviso de lo que está por llegar. A poco más de año y medio para el inicio del Mundial de fútbol de Brasil, ninguna televisión española ha comprado los derechos, cuando un lustro atrás se pegaban hasta por un amistoso. El Mundial de balonmano que en enero de 2013 se organiza en España o el Mundial de natación de Barcelona del próximo verano tampoco cuentan con cobertura televisiva. Televisión Española (TVE) ya ha anunciado que se encargará de la producción de ambos eventos, pero no de la transmisión. Otro palo al deporte.

No importaba el dinero. Valía todo. Lo de menos era pagar 120, 90 ó 70 millones de euros. El precio pasaba a una segunda fila con tal de conseguir los derechos de un Mundial, una Eurocopa, unos Juegos o los de cualquier otro campeonato. Las grandes compañías, con TVE a la cabeza, se pegaban por colocar en su parrilla televisiva el acontecimiento deportivo que fuera. El punto álgido fue el Mundial de Alemania. laSexta entró en el mercado, de la mano de Mediapro, y reventó el mercado con la carrera que emprendió con llegar y arrasar con todo. La Liga, la Fórmula 1 y el Mundial. 

Los 90 millones de euros que pagó por el campeonato disputado en Alemania de 2010 significó un punto de inflexión, la demostración que todo valía. Por seguir a Fernando Alonso, la cifra pagada se fue a los 140 millones de euros por cinco temporadas. En enero del presente año tuvo que renunciar a ese derecho, que fue a parar a manos de Antena 3 (cadena que se ha hecho con el control de la laSexta), que pagó 40 millones de euros. Las autonómicas se bajaron del coche que compartían con la cadena de Mediapro. Canal 9 llegó a pagar 26 millones de euros por tres años. Ya no emite, como le sucede a la televisión asturiana. TV3 sigue con las transmisiones... Poco importó que tuviera que compartir la emisión con Cuatro debido a los problemas que tenía para que la señal se viera en toda España. Lo decisivo era tener los derechos, las consecuencias no importaban. Lo curioso es que TVE presentó una queja formal por la adjudicación del contrato y mostrando públicamente, sin rubor alguno para los que en ese momento eran sus dirigentes, la oferta hecha por el canal público de 70 millones de euros. Esta misma semana el presidente de TVE, González Echenique, confesó que no podrán seguir pagando los 40 millones de euros que le ha costado la selección en los últimos años. Ni patrocinio, ni emisión de partidos. Al menos a ese precio.

Las cifras pagadas asustan más si cabe comparándolas con las de anteriores y posteriores campeonatos. El Mundial de Japón y Corea de 2002 fue a parar a Antena 3, en la que fue la primera gran cita que se le escapó a TVE, y que pagó 45 millones de euros. Cierto es que los horarios de los partidos también rebajaron el precio de la operación. El Mundial de Sudáfrica, siguiendo la estela de la cita alemana, costó 80 millones y fue a parar a Sogecable y Mediaset. La Eurocopa siempre cotiza un par de escalones por debajo del Mundial. Telecinco y Cuatro pagaron por la cita de Austria y Suiza 60 millones de euros, que cuatro años después, Eurocopa de Polonia y Ucrania, su precio se redujo en cinco millones, pasando a valorarse en 55. Mediaset fue la que se hizo cargo del torneo organizado por UEFA. Cantidad que según ha confesado Paolo Vasile, presidente del grupo, ha sido un exceso: "No se ha rentabilizado la inversión hecha con la Eurocopa".

El fútbol local, el campeonato de Liga, también está ante una situación complicada. En 2014 los equipos deberán estrenar contratos, pero ninguna operadora se acerca a esos 800 millones de euros que pretenden cobrar los equipos, sin acuerdo para el reparto y enfrentados en posturas antagónicas. Es más, Mediapro, dueña del partido en abierto, no ha tenido otro remedio que acudir a Marca TV (canal en el que participa) para la emisión del choque. El resto de cadenas argumentaban, que debido a que en esos partidos no pueden actuar equipos en competición europea, no tenían el atractivo suficiente. No hubo acuerdo, ni casi interés. La Champions está en manos de Canal + , mientras que TVE es la que emite en abierto hasta 2015 a cambio de 35 millones. TV3 paga otros 5 millones. De momento es la competición más rentable.

Dejando el fútbol, TVE intentó revender parte de los Juegos, para aminorar los 70 millones de euros que pagó por la cita inglesa. Negociaciones que se cerraron sin éxito. En el baloncesto ocurre algo parecido. La Liga ACB ha permanecido en TVE y FORTA pero rebajando la tarifa al máximo, hasta dejarla en 2,5 millones anuales. El Real Madrid no ha firmado con ninguna televisión para los partidos de la Euroliga por las 'indignas' ofertas recibidas. Muchos avisos.

La fuente se agotó. No da para más. El deporte ha dejado de ser prioridad para las cadenas de televisión, al menos a cualquier precio. El apagón que sufrió la selección española el pasado 12 de octubre en su partido ante Bielorrusia no era más que el aviso de lo que está por llegar. A poco más de año y medio para el inicio del Mundial de fútbol de Brasil, ninguna televisión española ha comprado los derechos, cuando un lustro atrás se pegaban hasta por un amistoso. El Mundial de balonmano que en enero de 2013 se organiza en España o el Mundial de natación de Barcelona del próximo verano tampoco cuentan con cobertura televisiva. Televisión Española (TVE) ya ha anunciado que se encargará de la producción de ambos eventos, pero no de la transmisión. Otro palo al deporte.