La Federación Española conocía los métodos de Anna Tarrés desde 2008

“Lo que dice esa carta, todo eso es anterior a mi mandato”. El presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena, salió así al paso de la virulenta polémica que ha desatado la denuncia de 15 exnadadoras sobre las vejaciones sufridas por la ya extécnico de la sincronizada española Anna Tarrés. Una exculpación en el que insistió durante la rueda de prensa de presentación de Ana Montero como nueva responsable del equipo que luchará por estar en Rio 2016: “Son anteriores a nuestra directiva. Todo lo que se ha montado ha sido ajeno a la Federación. La Federación agradece los servicios de Anna en el cargo. La decisión de no renovar a Anna es estrictamente deportivo y contractual”. Una aparente falta de responsabilidad que, sin embargo, queda en entredicho con las confesiones de Paola Tirados y de Laura López, donde de las nadadoras que han denunciado el humillante sistema de entrenamiento que tenía instaurado Tarrés en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

La confesión de las dos sirenas apunta a que la Federación, el Consejo Superior de Deportes y hasta el Comité Olímpico Español eran conocedores de los métodos vejatorios de Tarrés desde el año 2008, fecha en la que precisamente Fernando Carpena se alzó con la presidencia de la Federación tras su paso por la Madrileña. Por lo tanto, el desconocimiento al que aludió ayer es, cuando menos, cuestionable. Probablemente él o alguien de su equipo recibieron una carta de la exnadadora Laura López nada más acceder al cargo. “La Federación sabía cómo nos trataba Anna Tarrés, se lo hice saber en una carta en la que explicaba todo. No hubo respuesta… Como había resultados...”. Así lo relató la nadadora en Al primer toque de Onda Cero.

Puede que el recién aterrizado Carpena no hiciera acuse de recibo de la carta a la que alude López en 2008, pero cuesta creer que también se traspapelara la que les remitió Paola Tirados y que ella misma ha revelado tras conocer la salida de Anna Tarrés de la sincronizada. Tirado da incluso fecha exacta de todo y hasta una respuesta supuestamente llegada desde los máximos organismos: “Después de la Olimpiada, en Enero del 2009, escribí una carta con todo lo que ocurría dentro del equipo, aquellas cosas que no creía que fuesen correctas dentro de la dinámica de trabajo, cosas que nada tenían que ver con la dinámica de entrenamiento, sino que iban más allá… Tanto la Real Federación Española de Natación, como el Comité Olímpico Español y el Consejo Superior de Deportes recibieron una copia y yo palmaditas en la espalda: “Lo sabemos Paola, pero hay resultados, ya lo sabes…”.

Fernando Carpena, reelegido el pasado 20 de mayo como presidente de la Federación, tiene ahora el doble reto de esclarecer los hechos que durante su primer mandato han sido denunciados y sentar las bases para que nada de esto vuelva a ocurrir. En sus palabras de ayer, al menos, se adivina la intención de que nada caiga en saco roto: “La RFEN no queda al margen e internamente, escuchando a las personas, veremos si eso se constata o no pero será una cuestión interna”.   

Pero este mismo martes, la entrenadora de natación sincronizada Bet Fernández, ayudante de Anna Tarrés y encargada del equipo junior español, aseguró que sólo cinco de la quincena de nadadoras que firmaron la polémica carta contra la ex seleccionadora estuvieron realmente a su cargo, por lo que atribuye la publicación de esta misiva a "personas frustadas que encuentran la solución en el rencor". "De todas las nadadoras, tan solo Paola Tirados, Laura López, Cristina Violán, Eva Zhdanova y Eva Romo han estado al cargo de Anna. Otras, por ejemplo Itziar Aspe, estuvieron en el equipo junior en el CAR de Sant Cugat en el cual yo era la entrenadora, por lo que yo también me siento señalada", incidió en a 'Al primer toque' de Onda Cero. En cuanto a las declaraciones que aparecen en la carta, Bet Fernández aseguró que "nunca" ha visto a Tarrés "llamar estrecha ni gorda a ninguna nadadora" y que las críticas de las firmantes de la carta a sus métodos de trabajo son producto de la frustración. "A veces hay personas que no llegan. Heridos, frustrados que encuentran la solución en el rencor", finalizó Fernández.