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Un exculé lidera los estadios mexicanos
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LUIS GARCÍA INVITA A LOS ESPAÑOLES A PROBAR SUERTE EN MÉXICO

Un exculé lidera los estadios mexicanos

Con una jugada de mucha garra, Luis García Sanz transforma los abucheos en gritos de euforia de una afición que quiere que su equipo, el Puebla,

Foto: Un exculé lidera los estadios mexicanos
Un exculé lidera los estadios mexicanos

Con una jugada de mucha garra, Luis García Sanz transforma los abucheos en gritos de euforia de una afición que quiere que su equipo, el Puebla, se salve del naufragio en el torneo mexicano. Pero el gol del exinternacional español no fue suficiente. Con el marcador clavado en el corazón (Puebla 1-Atlante 2), la gente se retiró el pasado domingo del estadio Cuauhtémoc cabizbaja. Luis, no. Es un líder dentro y fuera de los campos.

Su equipo pasa un mal momento. Las autoridades le exigen a los dueños del Puebla el pago de 14 millones de pesos (unos 823.000 euros) por una deuda de impuestos correspondiente a 2007. A mediados de este enero, el Gobierno le congeló las cuentas bancarias al club -por lo que los jugadores no pudieron cobrar-, embargó bienes y se llevó hasta un televisor que estaba en los vestuarios y una camilla para los lesionados.

En la campo el equipo tampoco marcha bien. En el actual torneo va en decimoquinto lugar en la tabla general, con dos derrotas y un empate. En 270 minutos ha anotado dos goles y recibido cinco. Son esos los momentos en los que surge un líder. “Él interviene para calmar a los demás jugadores cuando hay inconvenientes”, como la falta de pago, dice Hugo Fernández, portavoz del Puebla, un equipo que tradicionalmente ha tenido en sus filas a jugadores españoles. Más de 20 desde 1944, entre ellos a Carlos Muñoz, pichichi en el torneo mexicano en 1996.

Luis “es un gran jugador que cuida de su físico. Es un ejemplo dentro del grupo y lo quieren todos”, agrega Fernández, mientras lo ve en los entrenamientos del Puebla en el Deportivo La Noria, hasta donde llegan aficionados que se pueden contar con una mano. Tres de ellos buscan tomarse una foto con Luis, quien para ellos “es un buen jugador, pero no tiene quién lo acompañe en el campo”. 

García Sanz, que salió de la cantera del Barcelona y jugó para el Atlético de Madrid, el Liverpool y el Panathinaikos de Grecia, asume con modestia su papel de líder y afirma que se debe a su experiencia en ligas europeas. “Se me ha otorgado ese rol por haber estado en Europa, por la experiencia de  haber ganado títulos. Llegas a un equipo modesto y esa experiencia la puedes aportar en el campo y con la gente joven. Haber jugado en importantes  ligas, como la inglesa y la española, es un referente para la gente joven”, dice García Sanz a El Confidencial en una entrevista tras un entrenamiento.

La salvación está en México   

Luis no es el único futbolista español en llegar a tierras mexicanas pero sí el primero en hacerlo en este periodo de crisis europea, por lo que anima a sus compatriotas a seguir la ruta hacia México, a perderle miedo a este país que en los últimos años ha estado sumido en una ola de violencia.

 “Tal y como está la situación en España, con muchos jugadores que están parados y están despareciendo equipos, creo que es una buena posibilidad. Hay muchos jugadores buenos que podrían aportar muchas cosas a México. Venir aquí no es para terminar su carrera”, asegura al comentar que a sus 33 años sigue recibiendo ofertas.

Creo que hay que quitarse barreras, miedos en el caso de México, el tema de México da un poco de miedo por lo que se ve en la tele, la información que nos llega. No es que llegue distorsionada sino que son casos aislados que chocan mucho, pero no es la realidad que se vive. México ha pasado momentos complicados, pero no es lo que muchos nos creemos. El tiempo que he estado aquí llegan cosas feas, que suceden, pero está mejor que hace muchos años. Hay que quitarnos ese miedo y ver que su fútbol es muy competitivo”, dice.

El jugador cuenta que cuando llegó a México sus amigos y familiares le llamaban a cada rato para saber cómo estaba, más cuando había una matanza en un país donde han muerto 50.000 personas en cinco años de guerra contra el narcotráfico. Pero García se siente cómodo en Puebla, uno de los pocos estados que no sufren de la violencia del crimen organizado. Esa tarde, el jugador, que para el Puebla visite el número 14, planeó reunirse con unos amigos para ver el choque Barcelona Real Madrid. Insiste en que los jugadores españoles deben dar el salto a un país en el que él se siente como en casa.

Con una jugada de mucha garra, Luis García Sanz transforma los abucheos en gritos de euforia de una afición que quiere que su equipo, el Puebla, se salve del naufragio en el torneo mexicano. Pero el gol del exinternacional español no fue suficiente. Con el marcador clavado en el corazón (Puebla 1-Atlante 2), la gente se retiró el pasado domingo del estadio Cuauhtémoc cabizbaja. Luis, no. Es un líder dentro y fuera de los campos.