Estados Unidos no confiará en 'otro' Beckham

David Beckham vuelve a salirse con la suya. El futbolista con el rostro más famoso del mundo ya ha mandado que le hagan de nuevo las maletas para cambiar de residencia. Huye de la fracasada liga estadounidense, la que quiso subir de nivel hace un año y medio. “Es por lo que estoy aquí. Quiero formar parte del crecimiento del fútbol en Estados Unidos”, el británico aterrizó entusiasmado a Hollywood y se ha ido sin despedirse del paseo de las estrellas. Lo han hecho sus abogados por él. La Major Soccer League ha tomado nota del error de Los Angeles Galaxy. Unos 10 millones de salario al británico que no han servido para nada en este año y medio: no ha llenado estadios, no ha vendido tantas camisetas, no han crecido las audiencias televisivas… Alexi Lalas, el presidente que le fichó, abandonó el barco en agosto.

Ya tiene un borrón en su expediente. David salió del Manchester como el niño bueno; Alex Ferguson como el abuelo gruñón. Del Real Madrid como un futbolista menospreciado, sin valorar lo suficiente; Ramón Calderón como el presidente que le dejó escapar y Capello como el entrenador arrepentido. De los States escapó de una manera opuesta a su glamurosa llegada.

Los Beckham iban a comerse el país de las oportunidades. Él sería la estrella de una liga emergente y que crecería al nivel de disciplinas como el hockey hielo o baseball. Ella triunfaría en la alfombra roja del paseo de la fama. Televisión, series… Victoria abandonó el territorio con olor a ajo -España- por el de la fama. 16 meses después él regresa a un clásico club europeo y ella a la capital mundial de la moda, su otra gran pasión. Al final, él no pudo evitar ser penúltimos de la conferencia oeste de la liga y ella no pareció caer demasiado bien entre la sociedad norteamericana. Así son las cosas.

En Los Ángeles no están preocupados, ayer sus diarios destacaban el enorme papel de “Los Lakers de Gasol” en Boston, de David los únicos que se acuerdan son sus compañeros y las arcas del Galaxy. Esperan recuperar 5 'kilos' de la inversión a costa del AC Milan.

El jugador de 34 años vivirá en su cuarta ciudad en seis años. Apuntó su error, echó de menos el sentirse futbolista, el fanatismo en las gradas, la persecución televisiva, goles que creen impacto, poses sobre el césped que tengan repercusión.

La MLS también aprendió a respetar a las estrellas de Europa y sus salarios. A su pesar, seguirá siendo cementerio de grandes futbolistas; Beckham no lo ha podido evitar y él mismo reconoció en estos días que “la liga americana es muy joven. Creo que necesita otros diez años para estar a un nivel importante”.

Cuidado, se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.