'El Mundo' aprovecha el 'lobby' de la prensa para estrechar el cerco sobre 'ABC'

El nombramiento de José Bergareche como nuevo presidente de los editores de prensa tiene efectos colaterales. Y amenaza con provocar heridas en su propia casa a corto o medio plazo. Y es que el ex consejero delegado de Vocento fue piedra angular hace apenas medio año del golpe de estado promovido por las familias Bergareche, Urrutia y Castellanos para arrebatar la mayoría en el Consejo de Administración al bloque encabezado por los Ybarra y las Luca de Tena. Aunque sólo lo admiten sotto voce, su nombramiento como cabeza visible de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede) se produce con buena parte de los accionistas de la editora de ABC en contra.

La inquietud en Vocento no tiene tanto que ver con la designación en sí -que aún debe ser ratificada por la Asamblea-, como con los fantasmas que atisban. No en vano siempre sostuvieron que la fractura planteada por el llamado frente rebelde era trocear la compañía y buscar una operación corporativa, con Unidad Editorial como primera opción. La presencia en la crisis del financiero Jaime Castellanos, que ya vendió en su día Recoletos a la editora de El Mundo, parecía avalar esa preocupación. No ayuda a su tranquilidad que –además de Javier Moll (Prensa Ibérica)- el principal valedor de la candidatura de Bergareche como presidente ejecutivo de Aede haya sido el capo de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano. No se les escapa que el nuevo rol de Bergareche puede ser un elemento de desestabilización en Vocento.

Casualidad o no, el movimiento realizado ayer en la patronal se produce apenas una semana después de que el responsable de Mediobanca en España, Borja Prado, se reuniera con el presidente de Vocento, Enrique Ybarra.  Mediobanca –con casi el 15%- es uno de los principales accionistas de RCS Mediagroup, el gigante italiano propietario de la editora de El Mundo. Todo mientras las estrecheces económicas en los medios de centro-derecha empiezan a ser insoportables y las fusiones entre cabeceras parecen cuestión de tiempo. La actividad desplegada entre bambalinas en las últimas fechas por pesos pesados vinculados a Vocento y Unidad Editorial parecen tejer una entente ABC-El Mundo.

La decisión de apostar por Bergareche se cerró en la Junta Directiva de ayer, pero estaba decidida desde el encuentro celebrado hace una semana, en concreto el miércoles 3. Y el que fuera primer ejecutivo de Vocento no fue el primer plato. No en vano los editores acordaron inicialmente que su nuevo presidente fuera José Sanclemente, ex consejero delegado del Grupo Zeta. Paradójicamente, su antigua casa vetó el nombramiento pese a que su candidatura obtuvo los votos necesarios. Descartada esa opción, se planteó una terna con Bergareche, José Gabriel González Arias (ex la Voz de Galicia y Prisa) y Santiago Alonso (también Vocento). “Bergareche era el único que daba el perfil si lo que se buscaba era un presidente ejecutivo”, aseguran fuentes conocedoras de la decisión.

En este escenario y ante la indecisión de grupos clave, el plan Bergareche salió adelante para los próximos cinco años. Por ejemplo, el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, estaba en contra de designar al ex consejero delegado de Vocento e incluso había apostado meses atrás por Luis María Anson. Sin embargo, no asistió a la reunión clave y el representante del grupo, José Luis Sáinz, calló, aparentemente en otras cuitas. Los argumentos en contra de La Razón (Planeta) también fueron muy matizados. Finalmente, el consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez, con su casa dividida, sólo podía apoyar la candidatura. “Al final, todo se vestirá de unanimidad, pero ha habido reticencias larvadas de grupos importantes”, remachan estas fuentes.

Escisión a la vista

El segundo efecto colateral del nombramiento enlaza con la propia supervivencia de la asociación. Y es que la fórmula de presidente ejecutivo era la opción defendida por los grandes editores, pero no era la única en liza. Los diarios medianos y pequeños apostaban por un modelo en el que tuvieran más participación, con un presidente institucional y un secretario general de peso. Según fuentes del sector, esa variable llegó a ser sondeada por el hasta ahora presidente de Aede, Conrado Carnal (Zeta), que ofreció el puesto como número dos al ex director de ABC José Antonio Zarzalejos. Su negativa y la apuesta por un modelo presidencialista amenaza con escindir la organización, ya que no todos sus miembros se sienten representados.

Sin contar con que buena parte duda sobre la eficacia de una asociación que desde el inicio de la crisis no ha logrado arrancar al Gobierno un plan de ayudas pese a debacle de ingresos por la que atraviesa el sector. "El modelo dual era una opción más lógica -asegura uno de los damnificados-. Mantenía la presidencia rotatoria y creaba un perfil nuevo con un verdadero gestor en la secretaria general. Además, permitía separar los intereses de los grandes de los de la prensa regional. La opcion de José Bergareche supone cargarse directamente la patronal. Es un hombre prácticamente retirado sin interlocución con políticos y mucho menos con el Gobierno del PP. Ni siquiera está en el Consejo de Vocento".

Hasta ahora, Aede había utilizado una fórmula rotatoria entre los asociados para elegir a su máximo representante, dentro de unos Estatutos que favorecen sin matices el control por parte de los grandes editores. No en vano los votos se conceden en función de la difusión y los miembros con más votos eligen un mayor número de representantes en la Junta Directiva, principal órgano ejecutivo de la asociación y con capacidad para proponer al presidente. “La cuestión de fondo está clara: o se impulsa la Aede o se disuelve, pero así no se puede seguir”, ya aseguraban en julio fuentes internas de la asociación, que abogaban por una refundación del lobby tras el gris mandato de Carnal y la salida de su número dos y director general, Ignacio M.Benito.