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Cebrián: "Pedro J. es un periodista excelente, víctima de sus propias virtudes"
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EN UNA ENTREVISTA CONCEDIDA A ESQUIRE

Cebrián: "Pedro J. es un periodista excelente, víctima de sus propias virtudes"

Juan Luís Cebrián es consciente de la que se le viene encima y, lejos de ocultarse, se desnuda intelectualmente para el próximo número de la revista

Foto: Cebrián: "Pedro J. es un periodista excelente, víctima de sus propias virtudes"
Cebrián: "Pedro J. es un periodista excelente, víctima de sus propias virtudes"

Juan Luís Cebrián es consciente de la que se le viene encima y, lejos de ocultarse, se desnuda intelectualmente para el próximo número de la revista Esquire. Cebrián interpreta la actualidad como el momento de afrontar un gran cambio, no sólo en la industria de la información, sino también en su emporio informativo particular y de cómo éste va a afrontar una crisis con dos frentes abiertos: el futuro del periodismo y el futuro del papel como soporte estrella.

Acude para responder y no se limita a hablar de sí mismo. Aprovecha la cita para su desquite personal con el director de El Mundo. Cebrián asegura que Pedro J. “ha sido y es un periodista excelente, víctima de sus propias virtudes”, que estuvo a punto de traerlo a Prisa y que, de haberlo hecho, “éste hubiera potenciado sus virtudes y limado sus defectos” como no lo ha conseguido hacer en Unidad Editorial. Que según él, es propietaria de una cabecera que no responde a una concepción de la convivencia ni de la vida, al contrario que, según él, sí hace El País. “El Mundo apunta a toda clase de oportunismos constantes, y ese es uno de los problemas que tiene”.

Prisa está en sus manos pero en la entrevista Cebrián siempre habla en plural: “tanto Ignacio Polanco como yo debemos cambiar la cultura de esta empresa, manteniendo como referencia a la familia, pero incrementando la idea de multinacional cotizada, que es verdaderamente lo que es”. Desde la primera línea de la entrevista, Cebrián le arranca la etiqueta ‘familiar’ a Prisa, mientras explica las calidades de su simbiosis, primero con Jesús Polanco y después con su hijo Ignacio.

Andrés Rodríguez, el editor de Esquire, que es quién dispara las preguntas, de editor a editor, no duda en recalcar que los gestos que acompañan los silencios del consejero delegado sugieren más que una añoranza por Jesús Polanco, el “compañero, confidente y patrón”. Alguien que sin estar, parece presente en cada respuesta.

De los medios que Cebrián ahora maneja desde el despacho, y concretamente su anterior criatura, El País, asegura mantener las distancias. A la pregunta de su revisa la primera plana del periódico antes de ir a rotativas Cebrián asegura que no: “Lo leo por Internet a lo largo del día, cuando ya está impreso. […] Pero no interfiero. No llamo… ¡Hombre, si veo algo muy grave!”.

El futuro del papel prensa

Ante la pregunta de qué va a pasar con los diarios y su posible desaparición, Cebrián asegura que hay una falta de reflexión "tremenda" sobre el tema. Según él, "los grandes imperios mediáticos como Hearst, The New York Times o el propio Prisa se crearon en los siglos XIX y XX a partir de periódicos, en torno a la revolución industrial y a la democracia representativa, formando parte de ese poder. Nunca se sintieron amenazados por la aparición de nuevos medios. Ese no es el problema".

Para Cebrián "el cambio fundamental está en que los diarios se sustentan en un sistema del siglo pasado: la economía de oferta; mientras que la era digital trae una economía de demanda".

Internet, armada con diarios digitales, blogs y redes sociales, es la esencia de una revolución mediática que no por estar en el despacho de una multinacional deja de percibirse. Según el consejero delegado, "estamos en un momento en el que la intermediación está despareciendo". El perfil de periodista como intermediario se difumina. "Estamos viendo como son los demás, los no periodistas, los que cuentan lo que pasa sin ningún tipo de intermediario. Y como no sabemos qué hacer, le echamos la culpa al sorporte, a ese viejo papel de periódico que servía para envolver plátanos en la frutería".

Cuestión de dinero y porcentajes

A la hora de mirar la bola de cristal el futuro se le antoja aún más turbio: "Tenemos la Enciclopedia Británica al completo, con toda su solvencia, disponible en la red, pero lo jóvenes prefieren buscar en la Wikipedia. Y no entendemos por qué. Así que ni los profesionales ni los empresarios sabemos qué va a pasar. Los optimistas dicen que siempre habrá periódicos. No lo tengo yo tan claro. Lo que si habrá es periodistas, gente que nos interprete la realidad".

Cebrián asegura que el periodismo vive un cambio de modelo pero no una crisis. "Se sabe como ganar, y hay algunos que lo hacen, pero los márgenes son muy inferiores; y ése es el drama. Un site informativo de éxito en Internet tiene márgenes de explotación del 4%. Un periódico o una radio tienen un margen del 25% o del 30%. Es imposible competir, pagar bien la mano de obra intelectual, enviar corresponsales... todos los modelos están montados respecto a un sistema del pasado".

Juan Luís Cebrián es consciente de la que se le viene encima y, lejos de ocultarse, se desnuda intelectualmente para el próximo número de la revista Esquire. Cebrián interpreta la actualidad como el momento de afrontar un gran cambio, no sólo en la industria de la información, sino también en su emporio informativo particular y de cómo éste va a afrontar una crisis con dos frentes abiertos: el futuro del periodismo y el futuro del papel como soporte estrella.

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