¿Es esta la mejor carta al director de todos los tiempos? Aprended, políticos y lectores

Este diario no tiene una sección que encaje con las viejas Cartas al Director en las que, tradicionalmente, los lectores se dirigían al de un medio para manifestar sus quejas, desacuerdos o, muy de vez en cuando, sus felicitaciones. Los tiempos han cambiado y el lector puede, sin embargo, opinar en cada uno de los artículos por separado, muchas veces de manera ingeniosa (damos fe).

Aún hay periódicos que mantienen dicha sección, como es el caso de 'The Tampa Bay Times', que esta semana ha publicado una carta que rápidamente se ha viralizado. No es para menos: pocas veces nos vamos a encontrar en la prensa la sinceridad de un lector que encabeza su misiva con un título llamado “Mis cartas son buenísimas”. Aquí está la traducción del texto completo:

Mis cartas son buenísimas

"Escribo cartas fabulosas. Si lees todas las cartas que he escrito, estarás de acuerdo. Te encantarán. Otras cartas son débiles, flojas y desfasadas. Yo no soy así y estoy seguro de que si estás leyendo esto, tú tampoco.

Este periódico de verdad necesita grandes cartas, y soy increíble escribiendo cartas.

Otros escritores de cartas pueden atacarme, pero desaparecen pronto. No tienen lo que hay que tener para escribir grandes cartas. Yo sí que tengo lo necesario para escribir grandes cartas. Los escritores que no estén de acuerdo deben ser golpeados en la cara y expulsados de la ciudad.

Garantizo que esta carta será elegida como la carta del mes. Si no es así, demostraré que este concurso de escritura de cartas está amañado."

–Terry Vaught, 'Dover'

Obviamente, se trata de una parodia de Donald Trump y de las argumentaciones que ha abrazado durante las últimas semanas: desde la expulsión de aquellos que no estén de acuerdo con él (“deben ser golpeados en la cara”) a la denuncia de un hipotético pucherazo en caso de que no salga victorioso (“demostraré que este concurso está amañado”). Se trata, básicamente, de reflejar la táctica 'trumpiana' de echarse flores cayendo en una infinita tautología: soy bueno porque hago cosas buenas porque soy bueno porque…

Sin embargo, no hace falta seguir la actualidad política americana para comprender que, en realidad, esta lógica carente de sentido, casi 'beckettiana', encaja prácticamente con cualquier discurso político moderno. Al fin y al cabo, no es tan diferente de “los españoles son muy españoles y mucho españoles” de Rajoy, pero tampoco de cualquier perorata emitida en público ante un auditorio de potenciales votantes. ¿No es acaso la lógica de todos los partidos políticos, en el fondo, la de “votadnos porque somos muy buenos y el resto muy malos”?

¿Qué pasó con Vaught? Pues que, como era previsible, quedó muy decepcionado al ver que su carta había sido reproducida al mismo tamaño que el resto. También de que se editase parte del texto, como él mismo explicaba. ¿Cuál es esa parte que no hemos podido disfrutar? Aquí está, para solaz del lector de El Confidencial:

“Mis cartas son tan buenas que voy a construir un muro y poner mis cartas dentro. Entonces conseguiré que los otros escritores de cartas paguen por construir el muro”.