Un niño español de 15 años sabe solucionar estos problemas matemáticos. ¿Y tú?

En Sopa de ganso, Groucho Marx pronunciaba una de sus frases más célebres (y no se puede decir que ande escaso de ellas): “Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!”. La famosa sentencia resume bien nuestra actitud ante lo que aprendimos en el colegio y que supuestamente debemos saber de adultos: todos conocemos más o menos los procedimientos necesarios para resolver un problema de matemáticas, pero hemos perdido la familiaridad con dicha lógica, de forma que, cuando tenemos que enfrentarnos de verdad con una operación, nos cuesta más que a nuestros hijos.

A continuación presentamos una serie de problemas extraídos de las Pruebas de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) con los que la Viceconsejería de Educación, Juventud y Deportes de la Comunidad de Madrid pone a prueba a sus estudiantes de tercero de la ESO. Cualquiera de ellos puede ser resuelto por un adolescente –no digamos ya por un adulto–, pero es posible que nos sorprendamos del tiempo que tardamos en dar con la clave del problema o de lo difícil que nos resulta realizar la operación sin recurrir a la calculadora.