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Los antidepresivos podrían servir también para prevenir el alzhéimer
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Los antidepresivos podrían servir también para prevenir el alzhéimer

Investigadores estadounidenses han estudiado los efectos de los antidepresivos de uso común en los péptidos relacionados con el desarrollo del alzhéimer

Foto: Un antidepresivo común podría ayudar a prevenir el alzhéimer. (Timothy Fadek)
Un antidepresivo común podría ayudar a prevenir el alzhéimer. (Timothy Fadek)

La revista Science Translational Medicine publica esta semana un estudio que revela cómo el compuesto inhibidor de la recaptación de serotonina (ISRS), llamado citalopram –aprobado en 1998 para el tratamiento de la depresión–, detiene el crecimiento del péptido beta amiloide, que se agrupa en placas en el cerebro y que parece desencadenar el desarrollo del alzhéimer.

Realizado por expertos de las universidades de Pensilvania y Washington (EEUU), la investigación comprobó los efectos del fármaco en el líquido intersticial que rodea las células del cerebro de ratones portadores de placa amiloide y el líquido cefalorraquídeo de sujetos humanos sanos.

“Nuestros estudios anteriores ya mostraron una asociación entre los antidepresivos y la reducción de la carga amiloide en el cerebro”, explica Yvette Sheline, autora principal y directora del Centro de Neuromodulación en depresión y estrés de la Universidad de Pensilvania.

El citalopram –aprobado en 1998 para el tratamiento de la depresión– detiene el crecimiento del péptido beta amiloide, relacionado con el alzhéimer

“En esos trabajos se observó, mediante tomografía por emisión de positrones (PET), una asociación entre la duración del uso de antidepresivos y la carga amiloide en los cerebros de los voluntarios de edad avanzada”, añade. “Nuestra nueva investigación va un paso más allá y prueba el efecto del citalopram en los niveles de amiloide en el líquido cefalorraquídeo de los sujetos sanos más jóvenes".

Después de la exposición al citalopram, el nivel de beta amiloide en el líquido intersticial del cerebro de los ratones disminuyó de una manera dependiente de la dosis (hasta en un 25% en comparación con los datos de referencia).

Además, los investigadores encontraron que dos meses de tratamiento con citalopram en ratones no tuvieron ningún efecto en el desarrollo de la placa en comparación con un marcado incremento en el grupo de control de ratones, que fueron expuestos a agua con azúcar. Sin embargo, el citalopram tuvo poco efecto sobre la regresión de las placas amiloides ya existentes.

Estudio paralelo en humanos

En otra investigación paralela, 23 sujetos humanos sanos de 18 a 50 años, sin enfermedad médica y sin antecedentes de tratamiento antidepresivo, tomaron 60 mg de citalopram, aproximadamente el equivalente a la dosis utilizada en los ratones.

El estudio doble ciego demostró que el citalopram se asocia con una concentración de beta amiloide un 38% más baja en comparación con el placebo, y mostró una reducción en la nueva producción de beta amiloide en el grupo tratado con citalopram en comparación con el grupo control.

“Estos resultados son un excelente comienzo en la reducción de la producción de beta amiloide, pero estamos muy lejos de afirmar la capacidad de los ISRS para evitar el deterioro cognitivo asociado al alzhéimer”, apunta Sheline.

El fármaco se asocia con una concentración de beta amiloide un 38% más baja en comparación con el placebo

Los ISRS producen su efecto antidepresivo mediante el bloqueo de la recaptación del neurotransmisor serotonina en las terminales presinápticas de las neuronas, aumentando la disponibilidad de serotonina y reduciendo la producción de beta amiloide.

Según los autores, los niveles de receptores de serotonina se reducen en los cerebros de pacientes con alzhéimer. En contraste, este recién descrito efecto en la reducción de la concentración de proteína amiloide se produce probablemente por una vía diferente.

“El desarrollo de enfoques terapéuticos seguros y eficaces que puedan reducir la producción de líquido cefalorraquídeo con beta amiloide, aunque sea modestamente, puede prevenir una cascada de daño neuronal”, subraya Sheline. “Esto tendría un impacto importante en la prevención o retraso de la progresión del alzhéimer”.

La revista Science Translational Medicine publica esta semana un estudio que revela cómo el compuesto inhibidor de la recaptación de serotonina (ISRS), llamado citalopram –aprobado en 1998 para el tratamiento de la depresión–, detiene el crecimiento del péptido beta amiloide, que se agrupa en placas en el cerebro y que parece desencadenar el desarrollo del alzhéimer.

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