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¿Quieres adelgazar? No hay duda, consume proteínas y no carbohidratos
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SEGÚN UN NUEVO ESTUDIO CIENTÍFICO

¿Quieres adelgazar? No hay duda, consume proteínas y no carbohidratos

Las dietas Atkin, Dukan, flash, por citar solo algunas de las más famosas, tienen en común la promoción de una alimentación alta en proteínas para perder

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¿Quieres adelgazar? No hay duda, consume proteínas y no carbohidratos

Las dietas Atkin, Dukan, flash, por citar solo algunas de las más famosas, tienen en común la promoción de una alimentación alta en proteínas para perder peso. Un tipo de regímenes que levantó fuertes controversias entre los nutricionistas en un primer momento, pero que poco a poco ha ido consolidándose, demostrando su efectividad para adelgazar y, lo que es tanto o más importante, para evitar engordar. Al menos, sus beneficios han quedado patentes en los resultados del último estudio de la fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria, publicado en el Journal of Nutrition Education and Behavior.

Concretamente, el 37% de las personas que aumentaron la ingesta de proteínas durante un período de dos años, entre las cuales la mitad sufría obesidad, logró adelgazar y no volver a recuperar peso. Una proporción que fue más elevada en las mujeres (43%) que en los hombres (31%).

El informe elaborado por un grupo de investigadores de la Universidad de Minnesotat también concluyó que las dietas proteínicas eran altamente eficaces para mantenerse en el peso ideal, concretamente para una de cada dos personas que la siguieron. Según Noel Aldrich, uno de los autores principales del informe, la mayoría de las personas que adelgazaron al seguir este tipo de dietas lo hicieron sin caer en los extremos, como promueven algunas dietas milagro que podrían ser perjudiciales para la salud. Es decir, la ingesta de proteínas de estas personas simplemente se ajustó a las cantidades máximas diarias recomendadas por el Comité Asesor de las Guías Alimentarias.

Divulgación nutricional, ¿sabemos lo qué comemos?

Los resultados del estudio han llevado a los investigadores a advertir sobre la falta de cultura alimentaria de la población en general, que estaría detrás del sobrepeso y la obesidad, así como de los problemas de salud derivados de estas enfermedades. “La educación nutricional sobre los beneficios de las proteínas es fundamental para mejorar nuestra alimentación”, explican. Más aún, cuando las tasas de sobrepeso no paran de aumentar (en España más de la mitad de la población está por encima de su peso ideal).La obesidad está provocada por la ingesta de alimentos como la sacarosa y el jarabe de maíz de alta fructosa

“Necesitamos más información para tener un conocimiento exacto sobre el poder nutricional de los alimentos y así saber elegir nuestra dieta para controlar el peso” sin tener que recurrir para ello a opciones más traumáticas en el futuro, concluyen los autores. La ingesta adecuada de proteínas es pues uno de los elementos preventivos más importantes para no tener que someternos a un régimen estricto en el futuro.

Falsas creencias sobre la alimentación

La conclusión de Consejo Internacional de Información Alimentaria sobre la necesidad de aumentar la divulgación nutricional entre la población entronca con la carencia en fundamentos endocrinos y hormonales y la propagación de creencias alimentarias falsas. Entre esta última se incluiría la denominada hipótesis del equilibrio energético. Una sencilla premisa de sentido común basada en que si engordamos es simplemente porque comemos más de los que quemamos. Sin embargo, y aunque parezca una obviedad, no es cierto. Así lo asegura Gary Taubes, una de las autoridades mundiales en el terreno de la divulgación sobre nutrición, pues no hay un sólo experimento científico que valide esta creencia tan extendida.

“Los intentos por culpar al aumento mundial de la disponibilidad de calorías de la epidemia de obsesidad”, explica Taubes, “suelen pasar por alto el hecho de que este incremento está ocasionado, en gran medida, por una mayor ingesta de carbohidratos, principalmente azúcares como la sacarosa y el jarabe de maíz de alta fructosa”. En su opinión, la ciencia de la obesidad se ha alejado de los estudios científicos rigurosos para aceptar como cierto todo aquello a lo que se pueda aplicar una simple relación causa-efecto.

Las dietas Atkin, Dukan, flash, por citar solo algunas de las más famosas, tienen en común la promoción de una alimentación alta en proteínas para perder peso. Un tipo de regímenes que levantó fuertes controversias entre los nutricionistas en un primer momento, pero que poco a poco ha ido consolidándose, demostrando su efectividad para adelgazar y, lo que es tanto o más importante, para evitar engordar. Al menos, sus beneficios han quedado patentes en los resultados del último estudio de la fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria, publicado en el Journal of Nutrition Education and Behavior.