Las cuatro claves alimenticias para estudiar más y rendir en el colegio

Aunque los estudiantes están esta semana de vacaciones, muchos tendrán que cambiar la diversión por los libros. Los exámenes están a la vuelta de la esquina, y es tiempo de estudiar duro. Y la alimentación, según han comprobado numerosos expertos, juega un papel clave en el éxito académico.

Cualquier sobreesfuerzo, tanto físico como mental, requiere de unos hábitos alimenticios equilibrados para poder satisfacer las necesidades del organismo. Los estudiantes necesitan una dieta equilibrada para alcanzar un rendimiento intelectual adecuado y poder superar los exámenes con éxito.  

"Tradicionalmente, afirma Marisa Vidal, responsable de comunicación científica del Instituto de Nutrición de Hero España, “los estudiantes se pasaban toda la noche sobre libros y apuntes intentando apurar todo el tiempo posible antes del examen. El resultado de estas noches a base de café no suele ser el esperado. La falta de descanso y el sobreesfuerzo pasan factura a la mañana siguiente y la memoria puede jugarte malas pasadas. Hoy en día los estudiantes tienen más claro que no se pueden alcanzar buenos resultados académicos, sin seguir una dieta adecuada y una vida sana".

Dime cómo comes y te diré si apruebas

Con estas cuatro sencillas pautas se puede conseguir un equilibro importante entre la ingesta de alimentos y los resultados académicos:

1. Empieza con un desayuno variado

El desayuno de un estudiante debe ser una de sus comidas más completas. Debe diseñarse a base de cereales, leche, huevos, zumos, frutas, jamón, queso... Es el “combustible” que se quemará a lo largo del día, que se digiere rápidamente, y que da energía por las mañanas, en las que hay que estar a pleno rendimiento.

2. Evita los caprichos

Los estudiantes, debido al sedentarismo de su tarea, deberían limitar a la mínima expresión los alimentos de bollería industrial, ricos en grasas e hidratos con azúcares, y las chucherías. Para la merienda o el almuerzo es mejor apostar por la fruta, los bocadillos de pan integral, sin excesos de fiambres, y evitar tomar bebidas azucaradas en exceso. Un complemento ideal para tomar entre horas son las barritas de cereales, que aportan toda la energía y la fibra necesaria sin exceso de calorías y sin grasa.

4. Apuesta por una alimentación equilibrada

Un estudiante debe tener una alimentación equilibrada y lo más variada posible. Una simple deficiencia en vitaminas puede originar falta de energía y vitalidad. En una buena dieta alimentaria de estudiante deben entrar alimentos como: tomates y verduras, ensaladas (en todas las comidas), frutas (cinco piezas diarias), carne o pescado (con preferencia este último), huevos (varias veces por semana); leche, quesos y productos lácteos; pan integral y cereales; y mucha agua (un litro y medio al día).

5. Mantén fijas las horas de la comidas

Comer con ansiedad y a deshoras puede generar digestiones pesadas que, mezcladas con el estudio, restan capacidad de concentración, vitalidad y  fomentan la somnolencia.