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Las políticas de derechas son bastante más femeninas que las de izquierdas
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EL ASPECTO DETERMINA EN QUÉ PARTIDO SE VA A MILITAR

Las políticas de derechas son bastante más femeninas que las de izquierdas

El aspecto físico de los cargos públicos guarda una relación directa con su filiación política. En el caso de las mujeres estadounidenses, las congresistas con unos

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Las políticas de derechas son bastante más femeninas que las de izquierdas

El aspecto físico de los cargos públicos guarda una relación directa con su filiación política. En el caso de las mujeres estadounidenses, las congresistas con unos rasgos faciales marcadamente femeninos tienden a formar parte del Partido Republicano, mientras que en el caso de los hombres sucede justo lo contrario; los congresistas con unos rasgos propiamente masculinos suelen integrar mayoritariamente las filas del Partido Demócrata. Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de psicólogos de la Universidad de California tras realizar un análisis comparativo por ordenador de los rasgos faciales de cada uno de los 434 miembros de la Cámara de Representantes.

Este peculiar estudio, que verá la luz en el próximo número de la revista Journal of Experimental Social Psychology, no ha tenido en cuenta para su elaboración cuestiones superficiales, como la ropa o las joyas, ni tampoco de imagen, como el maquillaje o el peinado, por lo que se ha ceñido únicamente a los rasgos físicos. Tras analizar los retratos de todos los congresistas, la republicana Michele Bachmann, perteneciente a la rama más conservadora del partido (Tea Party), resultó ser la representante con los rasgos femeninos más marcados.

El “efecto Michele Bachmann”

El psicólogo y director de la investigación, Kerri Johnson, ha definido este fenómeno acuñando el término “efecto Michele Bachmann”, según el cual, cuanto más femeninos son los rasgos de una representante pública, más se posicionará hacia la derecha del eje ideológico. Las diferencias físicas encontradas entre los congresistas demócratas y republicanos fueron tan pronunciadas que el estudio alcanzó una precisión casi absoluta.Los partidos promocionan a las mujeres con rasgos más o menos femeninos en función de sus políticas de género

El modelo científico utilizado para la realización del estudio se basó en una base de datos con más de cien tipos de rostros, diferenciados según la forma de la mandíbula, la ubicación de las cejas, los pómulos, la forma de los ojos, el contorno de la frente o la carnosidad de los labios. “Se trata de determinar de forma objetiva el grado de feminidad o masculinidad de un rostro, para luego compararlo con su filiación política, por lo que descartamos otras cuestiones subjetivas como si una congresista iba maquillada o no”, explica una de las participantes en el estudio, la profesora Colleen Carpinella.

Uno de los resultados más sorprendentes del estudio es que los congresistas republicanos, que tienden a exhibir actitudes de género más tradicionales y a identificarse con los valores propiamente masculinos, son los que menos rasgos varoniles tienen. En cambio, sus oponentes del Partido Demócrata cuentan mayoritariamente con unos rasgos mucho más masculinos.

Construcción de la imagen del partido

Una de las hipótesis manejadas por Carpinella para explicar esta aparente contradicción es que “los congresistas republicanos no necesitan demostrar su masculinidad a través de su aspecto físico porque las políticas que promueven, su rol de género y el liderazgo que ejercen, ya marcan sobradamente su virilidad”.

Las integrantes de la Cámara de Representantes que seguirían a la ultraconservadora Backman en el ranking de feminidad son sus compañeras de filas Kay Granger (congresista por el Estado de Tejas) y Cathy MacMorris Rodgers (Washington). En la parte opuesta de la clasificación, las congresistas con los rasgos faciales menos femeninos son, por este orden, la demócrata Stephanie Herseth Sandlin (Dakota del Sur), Rosa DeLauro (Connecticut) y Anna G. Eshoo (California).El análisis se centra en los rasgos físicos descartando las cuestiones superficiales como el maquillaje o el peinado

En las conclusiones del estudio las investigadoras apuntan que, según los resultados obtenidos, los partidos políticos no se definen solo por su programa, sino también “por una imagen que, al parecer, se construye en basa en las características físicas de sus representantes”.

La profesora Johnson también añade que como el Partido Demócrata está asociado a la defensa de políticas sociales orientadas a disminuir las desigualdades de género, la lógica lo lleva a primar una imagen menos feminizada de sus miembros. Por el contrario el Partido Republicano tiende a reforzar los roles sexuales tradicionales en consonancia con sus políticas socialmente conservadoras, por lo que prima las congresistas con rasgos femeninos. 

El aspecto físico de los cargos públicos guarda una relación directa con su filiación política. En el caso de las mujeres estadounidenses, las congresistas con unos rasgos faciales marcadamente femeninos tienden a formar parte del Partido Republicano, mientras que en el caso de los hombres sucede justo lo contrario; los congresistas con unos rasgos propiamente masculinos suelen integrar mayoritariamente las filas del Partido Demócrata. Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de psicólogos de la Universidad de California tras realizar un análisis comparativo por ordenador de los rasgos faciales de cada uno de los 434 miembros de la Cámara de Representantes.