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El 24% de los banqueros cree que para tener éxito se debe actuar de forma poco ética
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“LA MALA PRAXIS ES COMÚN Y ESTÁ ACEPTADA”

El 24% de los banqueros cree que para tener éxito se debe actuar de forma poco ética

El 15 de septiembre de 2008 el banco de inversión Lehman Brothers anunciaba su quiebra, inaugurando la mayor crisis económica que ha conocido la humanidad en

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El 24% de los banqueros cree que para tener éxito se debe actuar de forma poco ética

El 15 de septiembre de 2008 el banco de inversión Lehman Brothers anunciaba su quiebra, inaugurando la mayor crisis económica que ha conocido la humanidad en su historia reciente. Casi cuatro años después, aunque somos perfectamente conscientes del tipo de prácticas que nos han llevado al desastre, parece que los profesionales de las finanzas siguen comportándose de la misma manera.

Una encuesta realizada por el despacho de abogados neoyorquino Labaton Sucharow, entre 500 profesionales de las finanzas de Londres y Nueva York, llega a una aterradora conclusión: la mala conducta sigue estando muy extendida entre la industria financiera, hasta tal punto que el 26% de los profesionales de la misma han sido testigos directos de algún tipo de práctica ilícita o poco ética en el trabajo. Además, pese al enorme impacto de la crisis, y los esfuerzos gubernamentales por atajar las conductas que han provocado esta situación, el 24% de los profesionales de la banca sigue pensando que la única manera de tener éxito es comportarse de manera ilegal o, al menos, poco ética. El 16% va más allá, y asegura sin tapujos que cometerían un delito de tráfico de información privilegiada si pudieran evadir con seguridad las represalias.

“Cuando la mala praxis es común y está aceptada por los profesionales de las finanzas, la integridad de la totalidad del sistema financiero está en riesgo”, asegura Jordan Thomas, socio de Labaton Sucharow y promotor de la encuesta. “En esta era de escándalos corporativos debemos dirigir nuestras energías a fomentar la ética empresarial, animando a los profesionales a denunciar las conductas irregulares, tanto interna como externamente”.

Endurecer la legislación no parece suficiente

Tras el estallido de la crisis muchos gobiernos han tratado de endurecer las leyes y han fortalecido a los reguladores bancarios. En Reino Unido, desde junio de 2010, opera la Independent Commission on Banking que, entre otras cosas, ha empujado a los bancos británicos a separar –en el plano jurídico y ejecutivo– sus divisiones de banca particular y de ahorro de la banca de inversión, para proteger a los pequeños ahorradores de  las actividades de mayor riesgo. En EE.UU la administración Obama aprobó, también en 2010, la Dodd–Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act que, pese a haber sido criticada por ser demasiado laxa, constituye la reforma financiera más radical desde la Gran Depresión. Pero, ¿de qué han servido estos esfuerzos? ¿Pueden los gobiernos fortalecer efectivamente la ética empresarial mediante la simple supervisión y la publicación de “recomendaciones”?

Casi un tercio de los encuestados aseguran que se sienten presionados por sus planes de incentivos a violar la leyLa respuesta es, si nos atenemos a la encuesta de Labaton Sucharow, un rotundo no. Pese a las nuevas leyes y al aumento de la vigilancia, sólo uno de cada cuatro profesionales financieros cree que estas medidas son eficaces. No sólo parece que a las entidades financieras les preocupa poco la creciente presión sobre las prácticas irregulares, sino que siguen empujando a sus empleados a actuar de forma poco honesta o plenamente ilícita: casi un tercio de los encuestados aseguran que se sienten presionados por sus planes de incentivos a violar la ley o comportarse de forma poco ética.

Aunque visto lo visto la inmoralidad parece campar a sus anchas por la banca de inversión, es curioso observar cómo los profesionales de distintas compañías aseguran que sus compañeros de la competencia se comportan de forma “menos ética” que ellos. El 24% de los encuestados creen que se deben quebrantar las reglas para tener éxito, y un 26% ha sido testigo de un comportamiento poco ético o abiertamente ilegal en su propia empresa, pero un porcentaje mucho mayor,un 39%, está convencido de que los compañeros de la competencia han actuado de forma ilegal o moralmente reprobable para tener éxito. Eso sí, cuando se trata de poner la mano en el fuego por los compañeros la cosa cambia: solo el 41% de los encuestados se atreven a asegurar que los profesionales de su empresa  “de ninguna manera” incurren en comportamientos ilegales o poco éticos.

La solución, en manos de los “chivatos”

Visto que una gran parte de los profesionales de las finanzas creen que hacer trampas es una condición necesaria para tener éxito cabe preguntarse cómo influye el hecho de poder ser “pillado” en sus decisiones. El 16% de los encuestados reconoce abiertamente que traficarían con información privilegiada si tuvieran la certeza de que no iban a ser atrapados, y solo un 55% de los encuestados aseguran que “de ninguna manera” incurrirían en un delito de información privilegiada, aunque ganaran 10 millones de dólares sin acabar en la cárcel.

Sólo el 35% asegura que no teme represalias de los directivos por denunciar un comportamiento sospechosos de sus compañeros¿Acabaría la persecución eficaz de este tipo de prácticas ilegales con buena parte del problema? Es probable, pero si se asegura la protección de los “chivatos”. Sólo el 35% de los encuestados aseguran que no teme represalias de los directivos por denunciar un comportamiento sospechoso de sus compañeros. Un porcentaje irrisorio, si se desea luchar eficazmente contra este tipo de prácticas.

Desde hace un año opera en Estados Unidos un “programa de chivatos” de manos de la Securities and Exchange Commission, que protege a los soplones que denuncien ante las autoridades federales un comportamiento ilícito. El programa busca asegurar el anonimato de los denunciantes, protegiéndoles de posibles represalias y facilitándoles una recompensa económica. Tas conocer la existencia del programa –que para el 44% de los encuestados constituía una sorpresa– el 94% de los participantes del estudio aseguró que se acogería a éste si tuvieran conocimiento de un comportamiento ilegal en la empresa. Como bien saben en la industria financiera, los incentivos cumplen un papel importante en este tipo de ambientes empresariales. 

El 15 de septiembre de 2008 el banco de inversión Lehman Brothers anunciaba su quiebra, inaugurando la mayor crisis económica que ha conocido la humanidad en su historia reciente. Casi cuatro años después, aunque somos perfectamente conscientes del tipo de prácticas que nos han llevado al desastre, parece que los profesionales de las finanzas siguen comportándose de la misma manera.