Es noticia
Tanta austeridad dinamita el placer sexual de los alemanes
  1. Alma, Corazón, Vida
ASÍ NO PUEDEN DISFRUTAR

Tanta austeridad dinamita el placer sexual de los alemanes

El sexo ya no es un placer para los alemanes. Esta es la conclusión de una investigación realizada por el instituto de estudios alemanes Rheingold, que

Foto: Tanta austeridad dinamita el placer sexual de los alemanes
Tanta austeridad dinamita el placer sexual de los alemanes

El sexo ya no es un placer para los alemanes. Esta es la conclusión de una investigación realizada por el instituto de estudios alemanes Rheingold, que alerta sobre la influencia en los hábitos sexuales del “estrés, el agotamiento y la presión laboral” generada en gran parte, dicen, por la crisis económica. La incapacidad para disfrutar de las relaciones íntimas afecta al 46% de los alemanes, según los resultados del estudio.

Las políticas de austeridad económica parecen actuar como un inhibidor sexual. Un déficit de placer que se asocia, según se matiza en el estudio, con la pérdida del significado de la noción del sexo. “Esta palabra apenas se relaciona espontáneamente con el hecho de disfrutar”, algo que sí ocurre con la comida, bebida, la fiesta, la naturaleza o el tiempo libre.Uno de cada dos jóvenes alemanes reconoce que sus relaciones sexuales no son plenas

Los autores destacan en este punto la influencia de la propaganda con una supuesta sobreabundancia de contenidos eróticos representados en hombres y mujeres perfectas. La representación de unos "ideales" que harían inmunes a los receptores. “El sexo se está convirtiendo más en una especie de performance" que en un momento vinculado al relax y al goce.

Primero el trabajo, después el placer

Otra de las máximas que se desprende del estudio es que para poder disfrutar del sexo y del resto de acciones lúdicas en general, se precisa haber resuelto antes todas las tareas pendientes, según afirma el 81% de los encuestados. La sensación del trabajo bien hecho y la recompensa por el esfuerzo parece haber escaseado en los últimos tiempos. Estos resultados extraídos de los grupos de discusión formados por un total de 60 personas se refrendan con los de las encuestas, pues sólo el 15% dice ser capaz de alcanzar momentos de clímax si ha tenido un día estresante.

La falta de oportunidades laborales y la precarización impediría desarrollar las condiciones necesarias para disfrutar del sexo. Quizá por ello, los jóvenes sean el estrato social cada vez más incapacitado para ello -el 55%-. “Si no has cumplido con tus obligaciones, la recompensa es menos placentera”, explica Tobias, uno de los jóvenes encuestados. Para Federica, de 37 años, “disfrutar sin haber realizado antes tus tareas correctamente se convierte en una quimera”.La falta de tiempo y la incapacidad para desconectar de los problemas son dos de los factores que más influyen en la inapetencia sexual

Investigaciones previas del instituto Rheingold ya alertaban sobre la tendencia, cada vez más generalizada, de cómo el estrés acaba imponiéndose en la vida cotidiana y destruye los momentos de placer. Además, los autores del estudio llaman la atención sobre los trastornos psicológicos generados por la sensación de falta de tiempo y las prisas, que también estarían detrás de la inapetencia sexual.

Estos datos entroncan con el hecho de que a uno de cada dos alemanes les resulta “difícil” dejarse llevar y olvidar sus problemas del día a día para intensificar sus sensaciones placenteras, mientras que sólo el 7% tiene una gran facilidad para hacerlo. En este sentido, el 80% de los alemanes reconoce que les gustaría tener una mayor capacidad para desconectar de sus preocupaciones cuando mantienen relaciones sexuales.

Las altas expectativas no son buenas

Depositar unas altas expectativas sobre los momentos de placer causa un efecto negativo y una gran decepción cuando estas no se cumplen. Para el 58% de los encuestados el factor “sorpresa” es fundamental a la hora de vivir con plenitud el sexo. Lo inesperado produce un sentimiento de felicidad mucho mayor. “Cuando de repente te das cuenta de que todo es perfecto, alcanzas el mayor momento de placer, aunque al mismo tiempo tienes la incertidumbre de cuándo se podrá volver a repetir”, apuntaba Robert, de 51 años, en uno de los grupos de discusión. De este modo, sólo uno de cada tres alemanes dice alcanzar una satisfacción plena si antes ha preparado y planeado conscientemente un momento de placer.

El sexo ya no es un placer para los alemanes. Esta es la conclusión de una investigación realizada por el instituto de estudios alemanes Rheingold, que alerta sobre la influencia en los hábitos sexuales del “estrés, el agotamiento y la presión laboral” generada en gran parte, dicen, por la crisis económica. La incapacidad para disfrutar de las relaciones íntimas afecta al 46% de los alemanes, según los resultados del estudio.

Noadex