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¿Por qué se han inflado los precios de los conciertos?
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MAYORES CACHÉS Y GASTOS EXCESIVOS

¿Por qué se han inflado los precios de los conciertos?

Madonna estará en junio dando dos conciertos en Barcelona. Las entradas generales, las más baratas, cuestan 95 euros, más 12,50 euros de gastos de distribución. En

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¿Por qué se han inflado los precios de los conciertos?

Madonna estará en junio dando dos conciertos en Barcelona. Las entradas generales, las más baratas, cuestan 95 euros, más 12,50 euros de gastos de distribución. En total 107,50 euros. Aunque es el concierto más caro del año, las entradas para ver a grandes artistas no bajan en ningún caso de los 60 euros. No hay que ser un lince para darse cuenta de que el precio de los conciertos ha subido notable y vertiginosamente.

Hay una escalada en el tamaño de las producciones, que son cada vez más megalómanasHay varias causas, pero una sobresale por encima del resto: “Los grandes artistas venden cada vez menos discos y tienen que vivir de algo”. Es al menos lo que opina Edu Möller, de Live Nation España, una de las mayores promotoras de nuestro país que organiza los conciertos de Madonna, entre otros muchos artistas. En su opinión, además, hay una escalada en el tamaño de las producciones, que son cada vez más megalómanas, llegando a “auténticas bestialidades”. Y esto, claro, hay que pagarlo. La última producción de Kilye Minogue, por poner un ejemplo, costó 25 millones de dólares, tenía a 100 trabajadores en plantilla y se transportaba por toda Europa en 25 trailers.

Las cosas son bien distintas para los promotores más modestos. Juan Santaner, responsable de la promotora I´m an artist y manager de artistas como Nacho Vegas, no cree que el precio general de los conciertos haya subido, el problema es que los grandes artistas y festivales fagocitan al resto de la música en directo: “La gente está reduciendo mucho los conciertos a los que acude. Van a uno o dos al año, de grandes artistas, y no les importa pagar más por ellos. Pasa lo mismo con los festivales. Son carísimos, pero la gente se planifica y gasta en ellos sus vacaciones”.

A la cola de Europa

Los artistas españoles sí han tenido que bajar significativamente su cachéSegún Möller, España “tiene los precios más baratos de Europa para las mismas producciones”. El caché es "teóricamente" el mismo, pero en España la gente no está dispuesta a pagar entradas tan caras. Las negociaciones son complicadas. Möller relata que el único grupo, de los que ha producido, que accedió a bajar su cotización por lo caro que resultaba el precio final de las entradas fue AC/DC. “Unos tipos muy majos”, cuenta.

La situación de los artistas españoles es bien distinta. Ellos sí han tenido que bajar significativamente su caché para adaptarse a los presupuestos cada vez más limitados de ayuntamientos y pequeños festivales. Santaner explica que la flexibilidad que tienen los músicos españoles no se da en los artistas internacionales que no han bajado para nada sus tarifas y a los que es muy difícil “explicar la situación por la que pasa España”, que es a todas luces “mucho peor”.

Para que las entradas de los conciertos de grandes artistas internacionales no se disparen los promotores se ven obligados a contratar las fechas más baratas de la gira: los domingos y días entre semana. No es casualidad que Madonna toque un miércoles y un jueves, Coldplay un domingo y que Lenny Kravitz haga cuatro fechas entre semana, reservando el fin de semana entre medias para actuar en el Rock in Rio de Lisboa. La única excepción es Bruce Springsteen, que tiene tanto tirón en nuestro país como para estar de gira toda una semana.  

En el resto de Europa, en cualquier caso, también ha habido una importante subida de los precios de los conciertos. En Reino Unido -el referente máximo de la música en directo- la escalada de precios ha llegado a unos niveles inadmisibles por los fans, que se han despachado a gusto en las redes sociales. La polémica ha estallado con los conciertos que Radiohead ofrecerán para presentar su nuevo disco. La banda anunció que vendería las entradas de sus conciertos en Londres a través de una página web con gastos de distribución ajustados, para no timar a sus fans. Pese a esto, las entradas más baratas para verles tienen un precio de 62 euros, de los cuales 5 euros son los “ajustados” gastos de distribución. Y aquí no vale la excusa de la “superproducción”; como mucho los fans de la banda británica disfrutarán de montajes en vídeo, pero nada de pirotecnia, cambios de vestuario, ni pasarelas móviles. Al fin y al cabo son Radiohead, no Kiss.

La polémica de los gastos de distribución

Algunas promotoras presionan a los servicios de venta de entradas para meter gastos de distribución extra que luego se repartenOtra de las causas del encarecimiento de los conciertos son los abultados gastos de distribución. ¿Tiene sentido pagar 12,50 euros por imprimir en un cajero una entrada en blanco y negro? Möller asegura que “la infraestructura de venta de entradas ha requerido una inversión muy grande” que debe recuperarse de algún lugar, pues “cada máquina de impresión de entradas vale millones”. ¿Entonces por qué se nos cobra lo mismo imprimiendo la entrada desde nuestra casa? Santaner cree que “añadir tres euros de distribución a una entrada de 18 es delirante e injusto” y apunta que está “luchando contra ello”.  

Fuentes del sector han denunciado a El Confidencial que algunas promotoras presionan a los servicios de venta de entradas para meter gastos de distribución extra que luego se reparten. Una manera de sacar más dinero de forma encubierta.

Frente a los grandes servicios de venta de entradas, como Ticketmaster o Entradas.com, han surgido portales alternativos como Ticketea, que ha sido muy bien acogido por los pequeños promotores. Su fundador, Javier Andrés, explica que su objetivo es ser transparentes en cuanto a los gastos de gestión. Cobran el 8% de cada entrada, desde un mínimo de 80 céntimos, y negocian márgenes más bajos para entradas más caras. La media que cobran es de 1,20 euros. Andrés cree que “es justo” llevarse un porcentaje por haber creado el ecosistema de distribución: “Es lo mismo que hace Apple con las aplicaciones y nadie se queja”.

Madonna estará en junio dando dos conciertos en Barcelona. Las entradas generales, las más baratas, cuestan 95 euros, más 12,50 euros de gastos de distribución. En total 107,50 euros. Aunque es el concierto más caro del año, las entradas para ver a grandes artistas no bajan en ningún caso de los 60 euros. No hay que ser un lince para darse cuenta de que el precio de los conciertos ha subido notable y vertiginosamente.