Cómo gestionamos nuestro tiempo

Hoy he llegado a la conclusión de que cuestionar el sistema educativo mientras se está atravesándolo es un tanto peliagudo. Y digo esto porque yo me indigno muchísimo cuando las cosas no se hacen como se deberían. Ejemplo: hay días que me tengo que quedar hasta las mil de la mañana haciendo cosas porque gestionan mal el tiempo en el colegio. Y digo “gestionan” porque sí, queridos profesores, no sois perfectos (como cualquier ser humano). Ahora bien, ¿qué tal si nos escucháis? Tenemos ideas interesantes, sabemos lo que queremos. NUNCA EN MI VIDA he visto entrar un profesor en clase y preguntar cómo queríamos estructurar la clase o cómo queríamos gestionar NUESTRO tiempo juntos. No soporto que llegue el profe de turno sin experiencia (que no es que no sepa explicar, es que no sabe hablar en clase). Se le ve que sufre, le entran los tics y mira el reloj cada cinco segundos esperando que se haya acabado la clase alargando cualquier chorrada que se le ocurra. ¿Pero esto qué es?

En estos momentos mi pierna empieza a moverse y yo a alterarme. Sólo de pensar que estoy perdiendo tontamente el tiempo porque él no ha preparado su clase me pone de los nervios. Preferiría estar viendo el último de Walking Dead que Declan ya vio anoche entre café y café mientras se metía las fechas de historia en la memoria a corto plazo. Yo este proceso lo llamo Brain Training histórico. “Niños, a ver quién es capaz de absorber cual esponja más datos en 5 horas pre-examen”. Aquí es donde llegué a la conclusión que dije antes: es un tanto peliagudo cuestionar el sistema cuando se está dentro de él. Estoy tan cabreado con cómo hemos perdido el tiempo que no puedo ni estudiar. Yo veo tan fácil cómo debería ser la distribución de clases, los periodos, qué profesores colocar en cada curso. ¡Pero si es que esto me lo podría haber estudiado en la hora de filosofía en la no hemos hecho NADA!  Arggggg, así no puedo.

Parece que lo que nos pide el sistema educativo es que bajemos la cabeza y no critiquemos ni pensemos, aceptando una forma de enseñar de la era de Tutankamon. Nos piden que seamos “masa”, que no cuestionemos nada ni cultivemos aficiones porque en cuanto te distraes alguna tarde haciendo las cosas que te gustan… Ya la has liado. Adiós a tu tiempo de dormir. ¿Y todo para qué? Para almacenar cosas que están en INTERNET. ¡¡¡Qué absurdo!!!

En fin, a lo que iba. Nosotros tenemos ideas y podríamos aportarlas de alguna forma. Ahora bien ¿quién nos escucha? Os lo digo yo: ni Perry. Los profes no desde luego. Yo lo entiendo en cierta forma. Si pasaran encuestas donde pudiésemos evaluarles a más de uno se iba a sorprender. Ojalá algún día empiecen a tomarnos en serio y a valorar nuestras opiniones para poder gestionar nuestro tiempo en el colegio de la mejor manera posible. ¿Sabemos cómo gestionarlo?