Vivo en Bilbao desde hace más de 5 años y esto es lo que no recomendaría si vienes a visitar la ciudad

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Bilbao te atrapa. Es una ciudad que te recibe con los brazos abiertos y de la que, una vez que la conoces, no te puedes desprender. Su gastronomía es insuperable, tienes la playa y la montaña a la misma distancia y planes culturales en cada esquina. No dejes de pasear por el Casco Viejo y sube en funicular al mirador del monte Artxanda para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

Déjate embelesar por la impresionante fachada del Teatro Arriaga, considerada una de las más bonitas de España y situada en la bonita Plaza del Arenal, o pasea junto a la ría por los 9 puentes que cruzan la ciudad. Pero, como en cualquier parte del mundo, no todo es de color de rosa. Tras más de 5 años viviendo en 'el botxo', he descubierto alguna cosa que no recomendaría si vienes de visita.

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J. García González

1. Evita los bares turísticos, si no te quieres dejar un riñón

Lo que te puedo asegurar es que de Bilbao te vas a ir con el corazón y el estómago contentos, pero con el bolsillo un poco menos lleno. Te van a volver loco las interminables barras de pintxos que vas a encontrar en cualquier bar, pero ojo, en el centro de la ciudad hay locales que buscan atraer a los turistas y tienen unos precios desorbitados.

Mi consejo es que patees la ciudad y preguntes a los vecinos, ellos te dirán donde probar las mejores gildas, pintxos de bacalao de txangurro o de tortilla de patata. Y por supuesto, un buen txakoli. Pasa lo mismo con el alojamiento. Conviene alejarse un poco del centro y revisar los precios de hoteles y hostales de los diferentes barrios de Bilbao.

2. No utilices el coche en el centro

Si no quieres acabar tirándote de los pelos y discutiendo con toda tu familia, no lleves en coche al centro de la capital bilbaína. Y si lo haces, ten claro que tendrás que pagar. La OTA (Ordenanza de Tráfico y Aparcamientos) comprende toda la zona centro, es decir, los barrios de Indautxu y Abando, con las calles Sabino Arana y Autonomía, la propia ría y Zabalburu como límites. Además, está vigente a lo largo de todo el día (09:00-20:00 horas, de lunes a viernes y 09:00-14:00 horas, los sábados).

3. Visita los alrededores

En relación con el punto anterior, Bilbao está muy bien comunicado. Si viajas unos cuantos días, sería un error visitar solo la ciudad. Puedes acercarte en metro, Euskotren, Cercanías o Bizkaibus hasta Getxo, Portugalete, Santurtzi o Plentzia y en menos de una hora pasarás de estar en pleno casco histórico a comerte unas rabas con vistas al mar. Si prefieres coger el coche, no dudes en acercarte hasta San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo.

4. No vayas a estas zonas de noche

Bilbao es una ciudad pequeña, acogedora y muy segura, pero como en todos los lugares, hay que tener más precaución en ciertos puntos, especialmente a altas horas de la noche. Una de ellas es Bilbao la vieja (que no se debe confundir con el Casco Viejo). Esta zona se encuentra una vez pasado el puente de San Antón. Otro lugar que, si podemos, es mejor evitar por la noche, es el parque de doñas Casilda. Aunque de día es un enclave idílico que cuenta con amplias zonas para correr y se ha convertido en el pulmón verde de la ciudad, entrada la noche no hay mucha afluencia de gente y se vuelve más inseguro.

5. Unas de las mejores vistas de Bilbao

Aunque la ciudad cuenta con varios miradores, hay uno al que, si estás por el centro, puedes llegar dando un paseo. Además, la subida no es muy pronunciada, por lo que es una opción excelente si viajas con niños. Está en el parque Etxebarria, uno de los más importantes e históricos de Bilbao, además del lugar más demandado para ver los fuegos artificiales durante la fascinante Semana Grande, o Aste Nagusia.

6. No vayas a la playa sin consultar esto antes

La costa vizcaína es maravillosa. Sus paisajes naturales de arenas doradas, acantilados y una vegetación de un verde intenso, merecen una visita. Desde la playa de Laga, en el interior de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, Mundaka, Arrigunaga hasta La Salvaje, entre Sopelana y Getxo, son algunas de las playas imprescindibles del norte, eso sí, conviene consultar el estado de las mareas y, especialmente en verano, la ocupación y el color de la bandera, para no hacer el viaje en vano. Para ello, la Diputación de Bizkaia cuenta con cámaras web actualizadas en tiempo realpara poder ver a través de webcams el estado de cada playa.

Por supuesto, hay algunos lugares emblemáticos que no puedes pasar por alto si es tu primera vez en Bilbao, pero es cierto que, si ya has estado en la ciudad, aprovecha para descubrir otros rincones menos comunes. Entre lo más típico y turístico está el icónico museo Guggenheim, rodeado por la araña Mamá, de 9 metros de altura, una construcción que realizó Louise Bourgois en honor a su madre.

A escasos metros, el inigualable perro de flores Puppy, un monumento en el que, sin importar la hora en la que transites la zona, siempre habrá personas queriendo inmortalizar un selfie con sus teléfonos móviles. Por último, hayas estado o no en Bilbao, la guinda del viaje sería ver un partido del Athletic de Bilbao en el Estadio de San Mamés, conocido como la Catedral.