María Fernández, ¿amputada? Esta es la locura que está a punto de cometer en 'La Promesa'

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Amanece un nuevo día en La Promesa, y ya van demasiados en los que el personaje de María Fernández se encuentra desaparecido. Justo después de que por fin consiguiese confesarle sus sentimientos a Salvador, la criada más dicharachera de la serie de época de La 1 de Televisión Española ha dejado de dar señales de vida, y ello ha afectado no solo a Jana y Salvador durante el episodio de este martes, emitido a las 17:30 horas, sino también al marquesado.

En el capítulo anterior, ni corta ni perezosa, Jana se armó de valor para reprocharle a la marquesa que no moviese ni un dedo ante la desaparición de una persona del servicio. Cruz no podía creer la osadía con la que la sirvienta se dirigía a ella, y todo apuntaba a que la señora iba a cargar toda su furia contra ella. Pero en el capítulo de hoy, Jana ha contado con una ayuda inesperada en este momento tan delicado.

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La marquesa ha amenazado con despedir a Jana si seguía con sus impertinencias, pues ha pensado que era lo que debía haber hecho desde el día en que puso el pie en aquella casa. "Tu misión es servir y callar", le ha recordado Cruz a Jana, justo cuando Manuel entraba en el salón para preguntar qué estaba sucediendo. Jana le ha explicado al chico que María había desaparecido, y su madre le ha dicho que la criada se estaba permitiendo el lujo de hablarle "como una deslenguada".

Cruz no estaba dispuesta a que la Guardia Civil pululase por su casa, y mucho menos por "una criada que puede haberse ido de picos pardos". Manuel ha pensado diferente, y ha creído que encontrar a María era lo más importante. "Puedes usar a mi hijo todo lo que quieras", ha reprochado la marquesa a Jana, "pero no pienso autorizar que la Guardia Civil ponga un pie en mi casa".

El aviso de Abel

Manuel ha avisado al sargento Funes de la desaparición, y el hombre ha comenzado su investigación interrogando a Jana y Rómulo por las posibles causas que podrían haber hecho que María se marchase por su propio pie. Jana ha agradecido a Manuel que se movilizase, y ambos han tenido que reprimir sus deseos de besarse. "Gracias a ti ahora puedo ver un poco de luz al final del túnel", ha expresado una nerviosa Jana.

María Fernández está encadenada de un tobillo en una cueva, cansada de pedir auxilio

Mientras tanto, Abel ha regresado de su visita al palacio de los Infantes, y ha explicado a los marqueses que Jimena había comenzado a tener severas jaquecas. El chico, que desea alejar a Manuel de Jana todo lo posible, ha recomendado que su amigo fuese a visitar a su esposa, y así se lo han pedido sus padres al aviador.

"No puedes poner fin a un matrimonio cristiano", ha amenazado Cruz cuando Manuel se ha negado en rotundo a tener algo que ver con Jimena. Manuel se ha sentido liberado de toda responsabilidad con respecto a su esposa, pues consideraba que había sido manipulado y además casi había matado a su hermana: "ya he aguantado lo que tenía que aguantar", ha pensado el chico.

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Cruz le ha insistido a su hijo en que se marchase para no levantar las habladurías de la sociedad, y Manuel ha renegado de títulos y apellidos: "¿no se dan cuenta de que con sus exigencias han conseguido arrebatarme poco a poco quien era yo?". Hecho una furia, Manuel se ha autoproclamado libre, y ha arremetido contra su madre, diciendo que iba a pensar solo en él, como ella había hecho siempre.

¿Qué va a hacer María Fernández?

Más tarde, Alonso ha visitado a Manuel en el hangar, y le ha pedido que reconsiderase su postura. Algo más calmado, Manuel ha lamentado haberse dejado llevar por los nervios, y ha reconocido que le importaba honrar el apellido. El marqués le ha insistido a su hijo de que no eludiese sus responsabilidades, y fuese a visitar a Jimena. Manuel ha terminado aceptando, con una condición: que Alonso se encargase de que Cruz no obstaculizase la investigación del sargento Funes. ¿Hará caso Alonso?

Minutos más tarde, los espectadores de La Promesa han presenciado la desesperación de María Fernández, encadenada de un tobillo en una fría cueva. La muchacha, cansada de pedir auxilio, ha decidido cortarse un trozo de las enaguas, y hacerse un torniquete en el tobillo. ¿Piensa María infligirse daño para escapar? En ese caso, ¿cómo ha pensado lesionarse el pie?