La emisión de 'La promesa' vuelve a sufrir cambios en TVE esta semana

La promesa, la exitosa ficción de La 1 de Televisión Española, sigue adelante con sus tramas en las tardes de lunes a viernes haciendo las delicias de los amantes del género, pero una vez más, el producto creado y producido por Bambú Producciones para el ente público, ve alterada su emisión.

No son pocas las ocasiones que por diversos motivos su audiencia ha visto cómo la serie dejaba de emitirse o al contrario, se programaban varios episodios de golpe y casi sin previo aviso. Esta vez los fieles seguidores se quedan sin dos de los cinco capítulos semanales.

Es decir, el miércoles 6 de diciembre y el viernes 8, festivos nacionales en los que se celebra la Constitución Española y la Inmaculada Concepción, respectivamente, no se ofrecerán nuevas entregas de La promesa, pero tampoco de La Moderna, la serie que se emite antes.

En su lugar, Televisión Española ha decidido emitir cine casi toda la tarde, ofreciendo un contenido para todos los públicos y que no requiere de un seguimiento previo como sucede con sus productos de ficción.

En el capítulo del martes...

Jimena sigue con su conducta errática después de la marcha de Manuel y el marqués sugiere a Cruz que llamen a sus padres, los duques de los Infantes. La muchacha parece haberla tomado contra Catalina y quién sabe hasta dónde está dispuesta a llegar para saber el destino de su marido. La revelación de Petra derrumba todos los pilares de Feliciano. El muchacho desaparecerá justo en el momento en que Teresa lo espera para acompañarlo a la Guardia Civil, dejando a la doncella preocupada.

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A. Richart

Lorenzo está desesperado porque Curro se decida a marcharse a Inglaterra. Cruz presiona a su cuñado para que lo obligue y así lo hace, pero alguien inesperado saldrá en defensa de Curro. La llegada del empresario inglés a La Promesa es inminente. Catalina, tras pensar mucho en ello, llegará a la conclusión de que es mejor postergarlo, dado el delicado estado de salud de Jimena. Por ello pedirá a Pelayo que avise al inglés, sin saber que Jerónimo se encargará, personalmente, de impedirlo a toda costa.