200 capítulos de 'La Promesa': todo lo que ha pasado en la intrigante serie de La 1 de TVE

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La serie de las sobremesas de La 1 de Televisión Española, La Promesa, ideada por Josep Cister Rubio y estrenada el pasado enero, cumple 200 episodios con la emisión del capítulo de este viernes. La ficción que traslada a los espectadores cada tarde a un palacete del andaluz Valle de Los Pedroches, en plena época de la Restauración española, ha ido sumando seguidores con el paso del tiempo, y presume de ser una de las elecciones favoritas los espectadores en su franja horaria.

Tanto es así, que en el episodio del pasado miércoles, el drama batió récord de audiencia con un 14,4% de cuota. Los buenos números que ha traído consigo han animado a la Corporación pública a abrir un canal digital gratuito, RTVE La Promesa, en el que se emite la serie las 24 horas, así como a desplazar la serie de su horario habitual para insertar una nueva ficción de época que le hará compañía a partir de esta semana, Salón de té La Moderna.

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La serie cuenta con un plantel inolvidable, formado por Ana Garcés, Arturo Sancho, Eva Martín, Joaquín Climent, María Castro, Antonio Velázquez, Andrea del Río, Manuel Regueiro, Carmen Flores, Teresa Quintero, Enrique Fortún, Carmen Asecas, Sara Sánchez, Paula Losada, Marga Enríquez, Xavi Lock y Amparo Piñero

Durante estos dos centenares de episodios, los espectadores se han encariñado con algunos de los personajes de La Promesa, como Jana, María Fernández, Candela o Simona, así como han detestado a algún que otro villano que ha llegado al palacio para ponerlo todo patas arriba: la baronesa de Grazalema, Beatriz Oltra o la propia Jimena de los Infantes. En el pasado FesTVal de Vitoria-Gasteiz, algunos de sus protagonistas prometían, valga la redundancia, una larga vida a la ficción, que recibiría pronto nuevos personajes, como el Conde de Añil o Valentín, que supondrían una revolución para su historia.

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Sirva como una puesta al día, o como guía para aquellos que acaben de aterrizar en el apasionante, intrigante y emocionante mundo de La Promesa, repasamos a continuación los grandes eventos sucedidos durante estos 200 episodios de la serie de La 1 de TVE.

Jana busca su verdad

La protagonista de la historia, Jana, antes llamada Mariana, llegó al palacio de La Promesa con la intención de indagar quién mató a su madre, así como descubrir si su hermano Marcos seguía vivo. Al llegar a sus tierras, Manuel la confundió con una de las criadas que comenzaban en palacio, y la chica le siguió el rollo. Así consiguió Jana adentrarse en la zona de servicio del palacio de los marqueses de Luján.

Qué poco intuiría la chica que aquel señorito que se encontró iba a entretenerle en sus objetivos. Manuel y Jana se enamoraron por completo y han ido desarrollando su relación a base de paseos en avión y besos en entera discreción, pues el mundo juega en su contra: una criada no puede establecer una relación con el heredero del marquesado, quien además, acabó casándose con Jimena de los Infantes, hija de duques, después de que su hermano Tomás falleciese.

Al conocer al joven señorito Curro, hijo del Capitán Lorenzo de la Mata, Jana intuyó que podría tratarse en realidad de su hermano Marcos. Ello casaba con las teorías del propio chico, quien pasa por una grave crisis de identidad desde que Lorenzo le confesó que no era su padre biológico, ni la enferma Eugenia su madre. Lo que ahora sí sabe, es que Jana es su hermana y la asesinada Dolores fue su madre. Ahora solo queda por desvelar la identidad del padre, y parece que la vieja Ramona, que cuidaba de Jana cuando era pequeña, podría tener toda la información.

Manuel, ¿futuro padre?

Manuel ha pasado por varios accidentes de aviación, de los que Jana le ha salvado o ha estado curándole. Cruz y Jimena aprovecharon el más gordo de ellos, con el que perdió la memoria, para convencerle de que estaba enamoradísimo de la hija de los duques, y que debía casarse con ella. Tanto la marquesa como su esposa, han intentado por activa y por pasiva que el chico dejase de lado el peligroso hobby del hangar, pero Jana siempre se ha encargado de recordarle que debía seguir sus impulsos.

Cuando Jimena simuló que estaba embarazada para evitar que Manuel se marche a trabajar como ingeniero de aviación, llegó a La Promesa su amigo Abel, el médico que debía de atender a la encinta. Jana y él no comenzaron con buen pie, pero después de cuidar juntos a la vieja Ramona, entendieron que compartían más cosas en común de las que pensaban, como su amor por la medicina.

Esto levantó las sospechas y los celos de Manuel, quien observó cómo su mejor amigo y la chica de la que está enamorado se besaban delante suya. Cruz propuso en reiteradas ocasiones a su hijo que despidiese al médico, pero el chico nunca cayó en esa tentativa. Ahora que Abel desea una relación con Jana, teme que la criada le oculte un pasado sentimental con Manuel.

Cruz, de loca a manipuladora

La marquesa de Luján es uno de los personajes más jugosos de La Promesa. Su ambición y sus deseos de venganza no tienen límite, pues si hay algo que no soporta es que menosprecien su relevancia como noble y como matriarca de los Luján. Fallecido Tomás, La mujer ha luchado porque el heredero de La Promesa, su hijo Manuel, se antepusiera como administrador de la finca por encima de Catalina, la hija de Alonso. Pero parece que sus planes no tienen cabida en la mentalidad de Manuel, más preocupado por los aviones que por los negocios agrícolas.

Cruz es consciente de que su padre, el malvado barón de Linaja, erró demasiadas ocasiones al violar a miembros del servicio del palacio, como Pía, el ama de llaves, o Teresa, la criada con quien lo intentó de nuevas antes de que Pía lo matase. Ahora, la marquesa lucha por eliminar toda evidencia de aquellas perversiones.

Por un lado ha intentado echar a perder el embarazo de Pía: primero dosificándole veneno por encargo del mayordomo Gregorio, con quien el ama de llaves se casó inocentemente, y segundo, orquestando el rapto del recién nacido con Petra y Feliciano. Por otra parte, tanto Jana como la marquesa intuyen que el barón de Linaja pudo estar involucrado en la muerte de Dolores, motivo por el que ha planificado que Ramona no sea capaz de contar la verdad a nadie. Si nadie acaba con ellos, alguien podría probar que Dieguito y Jana fuesen bastardos del barón, y por ende, herederos.

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Después de morir el barón, la herencia desvelaba que la baronesa de Grazalema, una antigua novieta del marqués Alonso, debía heredar parte de su fortuna. La retorcida mujer gaditana se quedó bastante tiempo alojada en La Promesa, y se asoció con Lorenzo para desplumar económicamente a los marqueses e incentivar la locura de Cruz. Ello provocó que la marquesa quedase temporalmente desterrada en una casa de reposo, pero en su regreso consiguió demostrar que la baronesa estaba conspirando contra ella.

Jimena, la pobre desdichada

Su matrimonio con Tomás, el hijo de Alonso y hermano de Catalina, duró un suspiro, pues Cruz lo asesinó con un abrecartas cuando estuvo a punto de desvelar que era la culpable de todos los males de Jana. Para no perder la dote que suponía su matrimonio con la hija de los duques de Infantes, la marquesa aprovechó la amnesia de Manuel para concertar su matrimonio con Jimena.

Desde entonces, Manuel ha sido muy infeliz en su matrimonio, pensando en todo lo que se estaba perdiendo con Jana. Cuando el chico ha pensado en marcharse, Jimena lo ha retenido de una manera u otra. La última, fingiendo un embarazo que, de descubrirse su falsedad, acabaría para siempre con su confianza. Abel podría tener la última palabra aquí, pero la chica no ha permitido que el médico le haga un examen físico. ¿Cómo fingirá Jimena un aborto, ahora que han pasado los meses y su cuerpo no ha cambiado en absoluto?

Martina, obligada a casarse

La prima de los Luján llegó a La Promesa para pasar más tiempo con Leonor. La chica iba camino de acudir a París para estudiar moda, pero en el último momento, se intercambiaron los papeles, cuando Leonor decidió alejarse del lacayo Mauro. En su estancia en palacio, la chica se ha enamorado de Curro, con quien ha vivido un idilio de pícnics y paseos por los jardines hasta que recibiese la propuesta de matrimonio de don Antonio de Carvajal y Cifuentes, un joven heredero de duques, muy cercano a la realeza, con quien una noche loca en Madrid se dio un beso.

Esto le hizo enemistarse con la novia del chico, Beatriz Oltra, quien se propuso acabar con ella, sin demasiado éxito. También con sus propios padres, Fernando y Margarita, quienes se empeñaron en casar a su hija para subir en la escala social y vengarse del mal trato que los marqueses siempre le habían ofrecido. Cruz vio peligrar el estatus de los Luján, así que simplemente decidió dejar de auxiliar a Fernando cuando le dio un grave infarto, hasta que murió. ¿Seguirá en pie la boda de Martina con don Antonio después de este traspiés?

María Fernández, entre Lope y Salvador

Lope pasó de lacayo a cocinero para seguir sus propias aspiraciones en la vida. Lo que no ha conseguido todavía es conquistar del todo a María Fernández, la criada y amiga de Jana, a quien ha expresado todos sus sentimientos. La chica se siente entre dos mares, pues era la novia de Salvador, gran amigo de la infancia de Lope, hasta que el chico fue destinado a la guerra en África.

En su ausencia, Lope llegó a regalarle un anillo familiar a María, pero la chica pensó que era Salvador quien se lo enviaba. Justo cuando Lope estaba decidido a avanzar en su relación y animar a María ante la noticia de que su novio había muerto en trincheras, un fantasmal Salvador regresó de entre los muertos, más arisco y huraño que nunca.

Salvador discutió con Lope por lo mucho que había confundido a su exnovia, pero cuando consiguió relajar el ánimo, aceptó la propuesta de Abel de operarse de su dañado ojo. ¿Traerá la mejoría en su visión a un Salvador más amable, del que María pueda volver a enamorarse?