Pía, incrédula ante un inoportuno suceso en 'La Promesa': ¿nacerá sano su bebé?

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Aunque parezca mentira, el tiempo transcurre en la serie La Promesa. Mientras que a Jimena ya se le debería notar físicamente los primeros indicios del embarazo, a Pía no le queda demasiado para salir de cuentas, según anunció el ama de llaves de la popular ficción de época que La 1 de Televisión Española emite de lunes a viernes a las 16:30 horas. Sin embargo, mientras que la primera ya ha confesado su gran mentira en torno a su embarazo, la segunda ha manifestado una gran preocupación en el episodio de este viernes.

Si recordamos, Pía fue envenenada por Gregorio, quien esperaba que la mujer perdiese al hijo bastardo del barón de Linaja. Una vez sorprendido al supuesto mayordomo en pleno ataque a su esposa, y enviado a la cárcel, Pía manifestó la preocupación de que aquel cianuro hubiese podido afectar verdaderamente a su bebé.

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Llegó a consultar su inquietud al doctor Abel, quien le confirmó que no sería extraño que niño saliese con malformaciones. Después de mucha terapia con Jana, Pía aceptó que querría a su hijo, viniese como viniese. Sin embargo, en el episodio de ayer, la mujer volvió a tener dolores mientras conversaba con Rómulo.

Abel calma a Pía

A su crisis personal se le ha sumado, además, el hecho de que su buena amiga Candela ya no le dirige la palabra. Desde que Rómulo y Pía le dieron una llamada de atención a la cocinera y a Simona, con amenaza de despido incluida, por haber escondido a don Carlos en sus aposentos, el ama de llaves ha notado las miradas de rencor que Candela le envía desde a otra punta de la habitación.

Pía ha sugerido que tendrían que haberle comunicado los problemas de don Carlos

En el capítulo de este viernes, Rómulo le ha contado a Abel las molestias que sufrió la señora Adarre en su presencia, y le ha pedido que la analice. Abel ha ido a su encuentro y le ha preguntado si tenía alguna molestia. Pía enseguida ha deducido que le había enviado el señor Baeza. El ama de llaves le ha contado que a veces la barriga se le ponía dura, y Abel le ha respondido a que se debían a unas falsas contracciones, típicas de las últimas semanas del embarazo.

Reacción inesperada

Más tarde, Candela ha acudido al despacho de Pía porque sabía que le buscaba. Anteriormente, la mujer le había pedido a la cocinera si podía ir al almacén a reponer el aceite, y Candela se ha negado a hacerlo. El ama de llaves ha querido saber qué diantres le pasa con ella. "Está usted muy antipática y muy arisca", ha observado Pía. Candela ha dicho que está tan irascible como ella lo estuvo cuando les amenazó con echarles a Simona y a ella patitas a la calle.

Pía le ha sugerido que tendrían que haberles comunicado a Rómulo y a ella los problemas de don Carlos para encontrar una solución entre ellos. En ese mismo momento, Pía ha sentido un fuerte pinchazo en el estómago que le ha hecho contraerse del dolor.

Candela ha observado que Pía acababa de romper aguas, ante la alucinada mirada del ama de llaves. "No puede ser", ha comentado Pía, "me quedan tres o cuatro semanas para salir de cuentas". Candela se ha acercado a ella y le ha dicho "Eso al niño le da igual. Señora Adarre, acaba de ponerse de parto". ¿Nacerá sano el bebé de Pía? ¿Hará este hecho compartido que Candela y Pía se reconcilien?