Cruz y Alonso, en crisis tras la gran pillada de la baronesa de Grazalema en 'La Promesa'

La relación entre Cruz y la baronesa de Grazalema cada vez es más tensa en la serie La Promesa. La ficción de época que La 1 de Televisión Española emite de lunes a viernes a las 16:30 horas, ha llegado hoy a su episodio número 100, en un estado crítico para los personajes de los marqueses de Luján.

Durante el episodio anterior de la serie, alguien misterioso llegó a escuchar una comprometida conversación que Elisa de Grazalema mantuvo con alguien ajeno a palacio. Según la mujer, "todo está saliendo según lo planeado", lo que indicaba que, efectivamente, la nueva invitada de La Promesa está tramando algo turbio con respecto a la herencia del barón.

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X.M.

En el episodio de este martes hemos descubierto que la persona que escuchó la conversación era Cruz. Además de la sospechosa llamada, Cruz ha delatado a Elisa con una contradicción en el relato de la baronesa sobre su relación con el difunto barón. Según la baronesa, conoció al barón y al padre de Cruz juntos, pues eran amigos, algo que no le cuadra en absoluto a la marquesa.

Ante semejante error, la baronesa de Grazalema ha rectificado diciendo a que se refería que conocía al barón en un sentido más "bíblico", pues la versión oficial era que lo había conocido en un crucero.

Cruz pide la impugnación

Cruz, quien ya ha tenido suficiente, se ha enfurecido tanto que se lo ha contado a Alonso y Lorenzo. Cruz ha pedido a Alonso que impugnase el testamento de su padre, alegando que el barón se encontraba bajo la influencia de Elisa cuando escribió su legado. De esta manera, evitaría que Elisa heredase su tercera parte de la herencia, es decir, el dinero en metálico.

El equilibrio del matrimonio camina por una cuerda floja con la presencia de Elisa

Alonso lo ha consultado con el notario, y ve del todo imposible que la impugnación pueda ocurrir: si no se puede demostrar, no sucedió. "Todo esto amenaza con llevarse mi matrimonio por delante", ha dicho Alonso a Lorenzo, temeroso de contarle la verdad a Cruz.

Otro de los ocultamientos de Alonso a Cruz es el relacionado con el palacio heredado en Cádiz. La marquesa desconoce la información de que Catalina acudió a visitarlo para comprobar el estado en el que se encontraba. La hija del marqués espera que su padre se atreva de una vez a comentarle a Cruz la necesidad de vender la finca, pero Alonso todavía no ha movido un dedo, a la espera de que alguien se interese antes por su compra.

¿Qué sucederá si Cruz se entera de que Alonso y Catalina han comenzado a gestionar el terreno sin su consentimiento? El equilibrio del matrimonio camina por una cuerda floja cada día más tensa con la presencia de Elisa y las ocultaciones de Catalina.