Anabel Pantoja: "Sálvame' merecía volver porque no se tenían que haber ido nunca"

Anabel Pantoja se ha convertido un año más en una de las estrellas de Desalia, la gran fiesta de Ron Barceló con la que se da el pistoletazo de salida al ansiado verano. Desde Gran Canaria, la colaboradora de programas de televisión e influencer ha disfrutado como una más de las fiestas y sorpresas de la popular bebida. Derrochando simpatía y participando de las diversas propuestas con su particular y aplaudido toque natural.

En la Gran Noche de Desalia, en la que sus 1000 invitados se vistieron de blanco, Anabel atendió en exclusiva a El Confi TV, la sección de televisión de El Confidencial, para repasar sus aspectos profesionales más destacados.

En primer lugar, Anabel, ¿cómo estás?

Muy contenta de volver un año más a Desalia y de que sea en Canarias. Al vivir aquí, estoy en casa y con la familia Barceló, como en casa.

¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa profesional?

Llevo 12 años en el medio y ahora estoy como más tranquila, eligiendo lo que me apetece hacer, seleccionando muy bien dónde y cómo quiero ir. Haciendo muchas cosas de las que tenía ganas. Cuando empiezas en la tele y en este mundo público tienes que ir labrándote un camino y cuando fui a Supervivientes 2022 se me alinearon los planetas y mi vida cambió. Regresé de Honduras con la mente cambiada y decidí salir un tiempo de la tele. Ahora selecciono también el tiempo para mí.

"Las cosas malas que viví en 'Sálvame' de vez en cuando me vienen, pero recuerdo más las risas, la gente, los amigos que hice..."

Fue arriesgado dejar el medio en el aquel momento, pero el tiempo ha confirmado que fue una buena elección...

Se tenía que dar así porque era lo que sentía. Eché mucho de menos, y sigo echando de menos, a mis compañeros de Sálvame. Esas tardes buenas, malas y regulares... eran mi rutina. Siempre digo que fue mi Harvard, mi universidad, el programa que me dio todas las herramientas. Pero todo son etapas. De ahí tiré para adelante y aquí estoy.

Te has quedado entonces con todo lo bueno...

Sí. Las cosas malas de vez en cuando me vienen, pero recuerdo más las risas, la gente, los amigos que hice... Fuimos un grupo de personas que entreteníamos diariamente y durante cuatro horas a personas mayores, gente que estaba sola... nos metíamos en sus casas y estábamos con ellos todas las tardes. La gente me sigue parando por la calle como si fuera de su familia para aconsejarme y decirme cosas. Nos metimos en sus corazones.

¿Has visto Ni que fuéramos?

He visto algo, principalmente cosas de mi amiga Belén, que la amo. Se merecen estar ahí porque no se tenían que haber ido nunca. La vida al final lo pone todo en su sitio. Poco a poco están volviendo a ser lo que han sido siempre. Unos monstruos de la tele. Son arte puro y muy necesarios. Me alegra mucho que ahora estén también en TEN.

¿Qué te ha dicho Belén Esteban de esta nueva etapa?

Ella es como mi hermana mayor y nos contamos todo. Me ha dicho que está supercontenta, que tiene su horario de siempre y que está motivada. No me puedo alegrar más por ella.

Ahora colaboras en TardeAR, ¿cómo valoras tu nuevo proyecto?

Ana Rosa fue la primera persona que me dio la oportunidad de comenzar a trabajar en la tele. Yo fui a defender a Kiko a Supervivientes hace 12 años y ella me contrató para ir a comentar el reality por las mañanas. Por lo tanto, estar ahora con ella de nuevo, ha sido volver a casa. Está el mismo equipo y estoy encantada. Como mi función en el programa es irme por el mundo y contar a la gente mi experiencia, es todo muy diferente. Estoy contenta y agradecida.

También estás en debate de Supervivientes...

Sí, que lo bueno que tiene es que casi todos los colaboradores hemos estado allí y podemos entender y ser empáticos con los concursantes. Me gusta mucho estar porque doy caña, pero sin pasarme. No me gusta atacar a nadie que no esté delante. Tengo muy claro cuál es mi límite y para pasarse ya hay otros [risas].

"Si me cuadra en otra ocasión, me encantaría ir a 'Supervivientes all stars"

Ya están preparando Supervivientes All Stars y dicen que te llamaron...

Me lo comentaron, pero me da mucha pena no poder participar por la agenda que tengo. Si me cuadra en otra ocasión, me encantaría ir. Fue toda una experiencia, vine superdelgada, monísima y morena.

Formas parte de la nueva Telecinco, ¿cómo valoras la programación que están haciendo?

No lo sé... las decisiones que se toman vienen de arriba y yo tan solo soy una contratada más. Es verdad que hay cosas que no comparto, pero si todo lo que deciden es para mejor, se respeta.

Tampoco dejas de lado tu faceta de influencer...

No me llego a considerar del todo influencer. Soy un personaje público que puede interesar y por eso me sigue la gente. Tengo amigas que se dedican en cuerpo y alma a esto, 24 horas al día, y es un trabajo muy sacrificado. Yo, dentro de lo que cabe, tengo jornadas de descanso. Pero estoy encantada y no me puedo quejar. Por ejemplo, por cosas como esta, estoy en Desalia con mi chico, con amigos y disfrutando.

En la otra cara de la moneda está que a veces estoy lejos de casa, de mi chico, de mi madre, son muchos viajes, no descansas bien... tiene su parte buena y su parte mala, como todo.

"Mi proyecto de vida, mi meta personal, es no estar en el mundillo público"

¿Tiene alguna meta marcada en la profesión?

No tengo la ambición de presentar un programa ni nada parecido porque no soy periodista. Me gusta y me veo como colaboradora. El objetivo que tenía hace tiempo y que estoy cumpliendo es hacer lo que hago con Ana Rosa. Viajar, conocer cosas curiosas y contárselas a la gente. Y en las redes también hago lo que me gusta.

Mi proyecto de vida, mi meta personal, es no estar en el mundillo público. Seguir en Canarias con mi familia y con la que forme. Tengo varios negocios que no son tan de cara al público y quiero seguir por ahí. Van creciendo. Empecé con uno y ya llevo tres. Me gustaría sembrar mucho para luego poder recoger. El tema de ser famoso, influencer y tal, tiene fecha de caducidad, por lo tanto, hay que pensar en el futuro.