"No me gusta hablar de eso": Ana Peleteiro, más sincera que nunca en 'El hormiguero' sobre sus complejos tras ser madre

En plena preparación para los Juegos Olímpicos de París, Ana Peleteiro ha acudido a El hormiguero este lunes, 15 de abril. Durante su entrevista con Pablo Motos, la atleta se ha sincerado sobre cuestiones tan personales sobre la complicada vuelta a la competición tras ser madre o cómo se enfrenta a las críticas a día de hoy, ahora que ya lleva unos años siendo un personaje relevante dentro y fuera de la pista.

"¿Te reconforta haber cerrado alguna boca?", ha querido saber el presentador de Antena 3, y la respuesta no ha podido ser más rotunda: "No, me preguntas esto hace tres años y que digo: 'Sí, que se fastidien'. A mí ahora me da igual cerrar bocas, prefiero abrirlas. Que digan: 'Mira esta tía'". Aun así, Motos ha preguntado a la invitada si en algún momento llegó a dudar de sí misma.

Al parecer, Peleteiro ha llegado a normalizar los comentarios negativos, hasta el punto de que no le afectan: "Me critican desde que soy pequeña. Me han puesto en duda, han menospreciado mi talento, mi trabajo, mi forma de actuar, que me guste la tele... Luego, al final, llego y cumplo. Debemos dejar de juzgar a los demás y dejar que hagan su vida como ellos quieren. Hago mi vida cuando me da la gana, no me enfado con nadie".

Sobre retomar la vida de deportista de élite después de dar a luz, Ana se ha abierto, asegurando que este período fue "horrible": "No me gusta hablar de este tema porque entiendo que habrá gente que dirá: '¿Cómo te vas a quejar del cuerpo que tienes? Eres perfecta, has vuelto a entrenar muy rápido'. La verdad es que yo compito en top y braga".

"Antes de este Mundial, tuve un día de llorar con Fati [Fátima Diame, compañera de equipo]. No me veía compitiendo en top y braga, no me hacía justicia a cómo estaba. Me quedaba la braga alta, el top alto... Me veía un cuerpo que no era el de todas", ha relatado en el formato de 7yAcción la gallega, que, en un momento dado, se deshizo de sus complejos físicos.

"Dije: 'Paso, es lo que hay, tengo que competir así'. Pedí una talla L de top, no había, así que tuve que competir con la talla S. Me llené de valor. Tengo que trabajar verme en fotos y en televisión, tengo que aceptarme. Mira, he creado vida, que es un milagro. La última vez que estuve aquí tenía a Lúa en la barriga. Hoy está viéndome por la tele desde casa", ha zanjado Ana.