"¡No te confundas!": Sonsoles Ónega, tajante, para los pies a un invitado por censurar a Miguel Lago

Momento extremadamente tenso el que se ha vivido en el plató de Y ahora Sonsoles este viernes, 12 de abril. El programa vespertino ha conectado con Paquita Borrero, de 75 años, que ha acusado a sus tres hijos, Javier, Carlos y Jordi, de haberle quitado su vivienda y todos los bienes que había en esta. Además, la habrían obligado a entrar en una residencia.

Al parecer, esta mujer estuvo al cuidado de su pareja, que acabó muriendo en agosto de 2018, y ella también acabó cayendo enferma. Fue en esa época cuando, según sus palabras, aprovecharon para expulsarla de su casa por un poder notarial y desmantelar el lugar, así como la ingresaron en un centro de mayores en noviembre de 2019. El espacio de Antena 3 ha propiciado que, al menos mediante conexión telefónica y a ojos de los espectadores, pudieran ponerse de acuerdo los hijos con su progenitora.

Sin embargo, la reconciliación ha sido imposible. Javier ha denunciado que Paquita "nunca se hizo cargo de sus hijos" y que, incluso, alquilaba habitaciones del piso para que mujeres ejerciesen la prostitución. Al escuchar esto, tal y como se ha podido ver en pantalla, la señora perdía el conocimiento por unos instantes.

"Te voy a interrumpir, porque tu madre se está desmayando", ha señalado Sonsoles Ónega, alarmada, mientras que el entrevistado lo desmentía: "Que no, que no. Que es mentira. Ya lo conozco". Borrero ha vuelto en sí y, ahora, quien quería aportar alguna solución al conflicto era Miguel Lago. Eso sí, Javier no se lo ha permitido.

El comentario de Lago apenas se ha escuchado, pero al hijo de Paquita le ha sentado mal: "Para hablar, hay que conocer. Es muy fácil hacer lo que haces tú. Es la segunda que mete ya. O sea, que se calle". "No ha dicho nada", le ha respondido Sonsoles, sacando la cara por su compañero. "Vamos a tener una tarde tranquila...", ha rogado el colaborador de Atresmedia.

Javier le insistía: "No, tú lo que tienes que hacer es ver, oír y callar, compañero". Ante esta imposición, la conductora ha decidido tomar cartas en el asunto: "Oye, oye, Javier. No te confundas. Eso sí que no. Miguel Lago está precisamente aquí para hablar. No te pongas borde, porque no tiene ningún sentido". "Bueno, pero que no apostille. Él tiene todo el día para hablar", ha pedido el hijo.

Dándose cuenta de que la conversación no iba a llegar a buen puerto, minutos después, la conductora de Y ahora Sonsoles ha optado por dejarlo ahí. Ahora sí, Lago ha podido hablar y agradecer Ónega: "Esto os pone en una situación complicada a ti y a la dirección, a mí no. Yo puedo sentir que entra un señor a atacarme por mi trabajo y que mi equipo no me apoya, cosa que no ha pasado hoy. A mí no me importa dar un paso atrás y que este señor vocifere. Lo que ha demostrado es que tiene un dolor, un odio y una violencia en la manera de hablar, que te doy las gracias por haberme apoyado y haber calmado la situación".