Un soltero se queda atónito con la insólita petición que le hace su cita al equipo de 'First Dates'

Cristóbal es un informático de Badalona (Barcelona) que acudió a First Dates acompañado de sus dos amigos, Manolo y Aixa. Sus colegas fueron los responsables de que el catalán acudiese al dating show de Mediaset, ya que fueron ellos quien lo apuntaron: "Le dijimos que en vez de páginas o aplicaciones de citas, que viniese aquí a probar", afirmó Aixa al equipo del programa. Al soltero le gustan las mujeres altas, aficionadas a la cultura y presumidas. Los amigos de Cristóbal no estuvieron presentes en la cita, pero sí que vieron su retransmisión en una sala del restaurante.

El programa de Cuatro le concertó a Cristóbal una cita con Rosa, una administrativa que buscaba a un hombre atrevido con el que compartir su vida. Sin embargo, la velada empezó con un poco de tirantez. Tras una breve presentación, los solteros pasaron a una mesa para conocerse mejor. Durante la cena, ambos comensales descubrieron varios puntos en común: los dos llevan muchos años divorciados y les gusta cuidar su aspecto físico.

Sin embargo, Rosa no dudó en decirle a Cristóbal que a ella le gustan los hombres afeitados: "Hoy en día, todos lleváis barba, os hace mayores", afirmó la administrativa. El catalán no le dio demasiada importancia a este corte, pero se negó a aceptar las preferencias de su cita: "Mi perilla no me la va a quitar nadie", declaró, tajante, el informático al equipo de First Dates.

No fue el único aspecto en el que los solteros no encajaron. Cristóbal le dijo a Rosa que le gusta mucho bailar salsa y que lleva años acudiendo a clases de baile. Sin embargo, la administrativa desveló que no le gusta la salsa, ya que prefiere bailar sardanas. "No me gustan los bailes regionales, la sardana me parece aburrida", confesó el informático al equipo del programa.

Aun así, los solteros acabaron bailando una salsa, ya que el programa les puso música y los animó a bailar. Rosa se dejó llevar, pero Cristóbal no sintió la conexión necesaria para enamorarse. Para colmo, cuando se marcharon del restaurante, la administrativa le pidió a su cita que le hiciese fotos con las camareras del programa.

"Creo que hay que mantener una cierta compostura... Eso no me ha gustado", declaró el informático, que tuvo que fotografiar a Rosa en los distintos decorados del restaurante. Cuando llegó el momento de la decisión final, Cristóbal respondió que no tendría una segunda cita con la administrativa, ya que no le había despertado "ese chispazo". Ante esto, Rosa también contestó que no quería tener un segundo encuentro.