"Ofuscada y payasa": Lorena Castell narra su ataque de pánico más duro en 'Martínez y Hermanos'

Martínez y Hermanos ya está en marcha en Cuatro, después de cuatro temporadas arrasando en Movistar Plus+. Sus primeros invitados en esta etapa en la televisión en abierto han compartido con el público anécdotas nunca antes difundidas de manera pública.

Después de que Joaquín Reyes contase el accidente de tráfico que terminó en carcajada o el ataque de bloqueo que sufrió Blanca Suárez por vértigo a una grandísima altura, le tocó el turno a Castell. La expresentadora de Vamos a llevarnos bien (TVE) o Zapeando (La Sexta) narró su momento más embarazoso y angustioso en público.

"Yo intento salir del atolladero y no me vale ni mirar una cara para inventarme algo gracioso"

Fue a raíz de las clásicas preguntas con el que el presentador quiere 'romper el hielo' con sus estrellas invitadas. Les preguntó por su manía más curiosa o si han coincidido de manera atropellada con alguien más famoso que ellos, o el ataque de pánico que hayan sufrido ante los espectadores, teniendo en cuenta que los tres trabajan para el público.

"Fue en uno de los espectáculos que yo tengo, en el Bingo para señoras. Una de las veces que tuve que subir, de repente, me quedé en blanco y colapsada total. Es un poco improvisación y cosas que yo cuento. No había manera. Estaba atascada", comenzó contando la colaboradora televisiva y concursante de programas de entretenimiento.

Y añade: "Es una cosa muy absurda. Yo intento salir del atolladero y no me vale ni mirar una cara para inventarme algo gracioso. Es una sensación entre sentirte ridícula y que la gente piense que has bebido, cuando tú estás sintiéndote ofuscada y payasa, viendo que la gente es receptiva. A pesar de que tú estás hundida, la gente no para de reírse".

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"Es una cosa contradictoria, de pasarlo mal de verdad", insistía Castell, intentando que todos entendieran su angustia de aquel momento. "Estuve quince minutos. ¿Sabes eso de que quieres hablar y no puedes? Quieres decir algo, pero tu cabeza está tan aturullada que es incapaz de soltar nada. Cuando conseguí decir algo fue riéndome, por lo que el espectador se reía, pero por dentro lo estaba pasando mal", zanjó entre risas.