"Ridículo": Iker Jiménez entra de lleno en la polémica de los libreros con la inteligencia artificial

Iker Jiménez ha querido dedicar su última reflexión en Cuarto milenio a la última polémica suscitada por la publicación de un libro sobre Juana de Arco con una portada realizada por Inteligencia Artificial: varios libreros se han rebelado y han devuelto los libros en señal de protesta, apoyando a los ilustradores ante este tipo de prácticas. La opinión del presentador de Cuatro al respecto no puede ser más rotunda: "No se le pueden poner puertas al campo".

El rostro de Mediaset España comienza comparando esta situación con las de los inicios de las consolas, cuyo papel fue muy discutido tanto por las otras marcas de juguetes y entretenimiento para jóvenes como por la propia sociedad: "Al final, fue el público el que decidió. El público siempre decide, el avance es inexorable", subraya Jiménez en el tramo final de Cuarto milenio.

"Todo esto viene por el hecho de que la portada de una novela que trata sobre Juana de Arco está hecha con Inteligencia Artificial, algo que ha suscitado polémica. Yo estoy a favor de los libreros, en general, porque creo que son ya una resistencia cultural. En este caso, hay varios libreros, muy indignados, que protestan devolviendo los libros, pues no están a favor. Pero, queridos amigos, no se puede ir contra lo inexorable", esgrime Iker, mirando fijamente a cámara en su ya famosa sección.

"Entonces, yo me pregunto, ¿el que hace un collage tampoco es arte porque las piezas no son suyas? ¿El arte digital no es arte? ¿La fotografía tampoco porque no está pintada? Todas estas discusiones ya han pasado ante, todo esto ya ha pasado antes, pero nadie ha podido ir contra lo inexorable", sentencia el comunicador, apuntando que el futuro de los ilustradores pasará por "adaptarse a un mundo nuevo, serán más especializados o más valorados en trabajos más artísticos, pero prohibir la venta de este libro es la muestra de lo inexorable".

Iker Jiménez habla entonces en primera persona para reiterar su postura ante esta controversia: "Es como si yo quisiera cerrar YouTube o me quejara de que hay presentadores creados con IA que están teniendo más audiencia que yo en otros países. Sería tan ridículo ponerse a protestar, a llorar. Tienes que estudiar e intentarte adaptar. No haces ningún favor, ni a los ilustradores ni a nadie. Si a la gente le gusta esa portada, le va a gustar".

"Lo he dicho aquí muchas veces, el público al final es soberano. Cuando yo empecé aquí no había smartphones, no había Netflix, Youtube o Inteligencia Artificial, tal y como la conocemos hoy. Uno intuye que tiene más mérito mantenerse frente a estas nuevas realidades, pero no tiene sentido ponerse a llorar por su existencia. Ahora resulta que nos quieren decir qué es el arte, quién tiene que ilustrar y quién no,... si hasta habrá que sacar una ley al respecto, ¡es increíble!", concluye airado, dejando así patente su crítica a la actitud de estos libreros.