La jugada de Moisés por la que Roberto Leal tuvo que hacer una aclaración sobre las normas de 'Pasapalabra'

Hace justo un mes, Pasapalabra sorprendía a sus seguidores rescatando una de las pruebas más míticas de sus más de 20 años de historia. El concurso de Antena 3 dejaba atrás su ya mítica Sopa de letras para traer de vuelta las Palabras cruzadas, un reto de su pasado con el que complicar un poco más la obtención de segundos de cara a El rosco a sus concursantes.

En ella, cada equipo debe adivinar nueve palabras en un tiempo igual o menor a 75 segundos. El presentador les lee las definiciones y las respuestas... ¡aparecen en la pantalla! Sin embargo, están partidas a la mitad. Por ello, aparecen dos paneles. En el de la izquierda de la pantalla está el principio de cada palabra; en el de la derecha, el final. La unión acertada de las dos mitades hace que la respuesta sea correcta y por cada acierto se llevan dos segundos.

Explicada la mecánica, el desarrollo de la misma se produce de manera individual entre los tres miembros de cada equipo. Cuando a uno de ellos se le atraganta una respuesta, el turno pasa al siguiente, como en tantas otras pruebas. Cada vez que aciertan una palabra, sus dos partes desaparecen del panel y no vuelven a aparecer, quedándose este poco a poco en blanco.

Esto fue lo que sucedió este miércoles, 3 de enero, con el equipo de Moisés, el cual fue poco a poco dando con las respuestas correctas. Sin embargo, las tres últimas definiciones se le complicaron un poco, hasta el punto de que las dos últimas restantes le llegaron a Laguardia con solo un par de segundos de tiempo. Pese a lo acelerado del momento, el veterano participante logró meter los dos aciertos en tiempo al adelantarse a las definiciones lanzadas por Roberto Leal.

Así, tras confirmar que habían logrado hacerse con los 18 puntos de la prueba, el presentador se vio en la obligación de realizar una importante aclaración, tanto de cara a los seis jugadores presentes en el plató como a la audiencia en sus casas. Su objetivo era claro: hacer que las normas quedasen bien claras y evitar posibles suspicacias por el modo en que habían completado el reto.

Tras la celebración de la obtención de todos los puntos, Roberto hacía un alto en el programa: "Tengo que hacer esta aclaración. En la segunda vuelta, una vez que ya se han leído todas las definiciones, ya no hace falta esperar a que las lea todas, a menos que necesitéis oírlas para completarlas". De esta forma, Leal tiraba por tierra posibles críticas en las redes sociales, haciendo ver que las normas de la prueba permiten no tener que escuchar las definiciones completas para dar con una respuesta, tal y como sucede con la segunda vuelta de El rosco. La norma, en este caso, es exactamente la misma: si el concursante no lo necesita, no tiene por qué escuchar toda la definición nuevamente, ahorrándose así tiempo al exprimirlo al máximo, como fue el caso de Moisés.