La lingüista de 'Pasapalabra', un papel crucial (y desconocido) en las pruebas: "Paramos, verificamos y decidimos"

Dos son las pruebas que marcan la diferencia en Pasapalabra, el exitoso concurso de Antena 3: por un lado, la Silla azul, reto que supone la permanencia o no en el formato de uno de los dos participantes. De superarla, continúa en su pelea por el bote. De no hacerlo, su rival en la citada prueba se hace con su puesto. Por otro, el mítico Rosco, donde verdaderamente los contendientes pueden hacerse con el dinero acumulado en el programa. Lo consigan o no, uno de ellos, o ambos en caso de empate, se asegura la permanencia sin necesidad de pasar por la temida Silla azul.

El equipo de guion es el que se encarga de confeccionar ambas pruebas, así como las restantes en las que los dos equipos acumulan segundos de cara a El rosco, pero a su vez existe dentro del formato la figura de la lingüista, quien se encarga de revisar que todas las palabras y definiciones sean correctas, así como de verificar que las respuestas que dan los concursantes se ajusten a lo solicitado, una tarea que en muchas ocasiones es más complicada de lo que parece.

En el caso de Pasapalabra, esa persona es Lucía Sesma, quien se encarga de verificar todas las pruebas, tanto para que todas las definiciones sean correctas como para que exista paridad en la dificultad de las mismas: "Una de mis funciones es que todo esté lingüísticamente bien y, además, equilibrado", comenta en declaraciones para el Diario de Ibiza.

Lucía se sitúa junto al director en control para determinar si las respuestas de los participantes, en la actualidad Moisés y Óscar, son correctas o incorrectas. Aunque el equipo de guion ya tiene estipuladas las diferentes palabras que encajan en una definición, en ocasiones la cultura de los concursantes es tan amplia que sorprenden con respuestas que quizá se ajusten a lo pedido. Es entonces donde entra ella en juego: "Paramos un momentito, verificamos y decimos si es correcto o no", explica.

Así, no es raro que durante El rosco se realicen múltiples cortes durante el trascurso de la prueba para hacer este tipo de comprobaciones, sobre todo porque, dado el lenguaje coloquial, muchas veces los participantes plantean respuestas que puedan tener más o menos sentido, adecuándose a las definiciones planteadas. En esos casos, la norma del programa es ajustarse a las definiciones del diccionario de la RAE y del María Moliner, como muchas veces explica Roberto Leal en pantalla. Aunque en emisión no se vean esos cortes, los parones para hacer revisiones son muy comunes.

"Muchas veces te sorprenden con cosas que tú no habías pensado que podían ser, pese a que nos solemos adelantar a lo que pueden responder. En esos casos manejamos el diccionario de la RAE y el María Moliner, que son nuestras fuentes. Es verdad que en el habla se dicen otras palabras, con otros usos, pero nosotros tenemos que delimitarlo de alguna manera", concluye la lingüista, erigiéndose así como una figura clave para el correcto funcionamiento del formato, evitando polémicas y errores que pudieran dañar a la imagen del mismo.