'TardeAR' (y Ana Rosa Quintana), a examen: lo mejor y lo peor del nuevo programa de Telecinco

TardeAR ya es una realidad: este lunes, 18 de septiembre, Ana Rosa Quintana ha dado el pistoletazo de salida a su nuevo programa en Telecinco. Tras cerca de dos décadas como "reina de las mañanas", la periodista ha vuelto a la franja de tarde, donde tantos éxitos cosechó con Sabor a ti, con un infoshow con el que promete más VIPs, más tecnología y más Ana Rosa, pues sobre su figura se vertebran las diferentes secciones del espacio hasta culminar con un editorial propio que no dejará indiferente a nadie, como así sucedía con los que llevaba a cabo en la apertura de El programa de AR.

En este arranque se apostó por trasladar esa Firma AR al inicio, realizando un homenaje a las mujeres que marcaron la historia de la televisión en nuestro país con el que abrir esta nueva andadura. Tras él se fueron sucediendo las diferentes secciones: tertulia de actualidad, crónica negra con Expediente Marlasca, crónica social y entrevista. Quintana fue el hilo conductor de todas ellas, cediendo protagonismo cuando el tema lo requería, pero ganando peso cuando el programa lo necesitó, dominando los tiempos como tiene acostumbrado a los espectadores. Ana Rosa no decepcionó, estuvo cómoda en el estreno y se notó, derrochando tranquilidad, complicidad y hasta socarronería con sus compañeros y el público, siendo su figura el gran baluarte del magacín. Al margen de ella, analizamos los aciertos y errores del lanzamiento.

ACIERTOS:

- Un gran plató

A diferencia de lo que ha sucedido en la franja matinal con el regreso de la marca La mirada crítica y el lanzamiento de Vamos a ver, donde se han limitado a reutilizar el plató de El programa de AR con nuevos grafismos y escasos cambios, en TardeAR la productora Unicorn Content ha puesto toda la carne en el asador. Aquí sí hay sensación de estreno, de novedad, con unos sets amplios y bien diferenciados, nuevos tonos en las diferentes estancias y reformulados grafismos, todo ello, además, sin perder la esencia de la marca AR. Hay apuesta y se nota.

- La realidad aumentada

Quintana ha apostado fuerte también por las nuevas tecnologías en este infoshow, destacando en todas las notas de prensa y entrevistas que pondrían las últimas innovaciones tecnológicas al servicio de la información y el entretenimiento. En este primer programa se ha podido ver como tanto la propia presentadora como sus colaboradores han hecho uso de la realidad aumentada para potenciar los contenidos, todo un acierto si tenemos en cuenta que Telecinco se había ido quedando atrás en este sentido durante los últimos años.

- El Expediente Marlasca

En un momento en el que la crónica negra copa los magacines de todas las cadenas nacionales tras la detención de Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, Ana Rosa ha logrado contar en su equipo con uno de los referentes televisivos en este tipo de cuestiones: la presentadora fichó a Manu Marlasca, uno de los grandes rostros de Atresmedia en este terreno, quien ha logrado trasladar con éxito su sección Expediente Marlaska al nuevo TardeAR. El periodista trajo varias exclusivas bajo el brazo, hizo valer sus tablas ante las cámaras y, además, conectó desde el primer momento con Quintana. Todo un acierto este tándem que, además, contó con la ayuda de varios reporteros para completar la sección mejor ensamblada en este estreno.

- La fila cero

Si algo funciona, mejor no tocarlo. Esa máxima fue la que Quintana y su equipo debieron de tener muy presentes en su salto a las tardes, ya que la presentadora optó por una línea continuista en su puesta de largo. TardeAR no presenta grandes novedades respecto a lo que venía ofreciendo en la mañana, una fórmula de éxito testado en torno a su figura que ha vuelto a replicar. Entre esas novedades, La fila cero, una sección en la que allegados de Ana Rosa hablan sin tapujos sobre lo que está sucediendo en el plató. En esta primera entrega fueron uno de los productores del programa y un sobrino de la periodista quienes enumeraron todo lo que estuvo mal en el estreno, sin perder el humor y derrochando complicidad con ella, aportando toda la frescura que, en cambio, se echó de menos en otras partes el magacín.

ERRORES:

- Mario Vaquerizo

Cuando se anunciaron los primeros colaboradores VIPs de TardeAR, un nombre llamó la atención por encima del resto: Mario Vaquerizo generaba sensaciones encontradas entre el público, sobre todo tras protagonizar múltiples polémicas durante los últimos meses por incendiarias declaraciones sobre la libertad actual, o más bien la falta de ella, en España. Precisamente él fue uno de los principales protagonistas de la primera tertulia, ya que quería posicionarse sobre todos los temas a abordar. El problema: la falta de contenido en la mayoría de sus intervenciones, vacías y carentes de peso o interés. El líder de las Nancys Rubias se mostró perdido en varios momentos, sin saber muy bien "cuál era la pregunta", o se extendió durante mucho tiempo sin ir a ninguna parte o yéndose completamente del tema a tratar. Hasta Xabier Sardá llegó incluso a afeárselo en directo, con humor, hablando de "desastre" tras una improvisada sección protagonizada por el artista. Vaquerizo fue la definición perfecta de hablar sin decir nada.

- Descafeinada mesa de VIPs

Al margen de Mario Vaquerizo, el resto de tertulianos tampoco destacaron para bien precisamente. La mejor de todos fue sin lugar a dudas Alaska, con quien el público puede estar más o menos de acuerdo, pero a quien merece la pena escuchar por el fundamento de sus intervenciones. Sardá patinó en lo que se refiere a las jugadoras de fútbol femenino al asegurar que "no monten tantos pollos, jueguen y se dejen de historias", y tampoco estuvo excesivamente destacado en el resto de temas, y tanto Vicky Martín Berrocal como Madame de Rosa estuvieron desaparecidas. Faltó originalidad en los asuntos planteados, frescura en las opiniones y chispa en los colaboradores, todos ellos demasiado trillados. Una charla que pecó de amable (como todo el programa, por otra parte), con escaso poso pero, sobre todo, demasiado descafeinada, monótona, sosa.

- Bromas constantes sobre consentimiento

El primer bloque del programa y el último estuvieron dedicados a la Selección Española de Fútbol Femenino, tanto por la reciente lista de jugadoras seleccionadas como por la judicialización del caso Rubiales tras la denuncia de Jenni Hermoso y la entrevista a Ivana Andrés, capitana del equipo. Sin embargo, pese a toda la pedagogía que se ha hecho durante las últimas semanas sobre el beso no consentido, en TardeAR se sucedieron las desafortunadas bromas sobre la pertinencia de saludarse entre ellos con besos, abrazos o tocamientos ("ya no se puede ni piropear por la calle", "no sé si darte un abrazo al verte", "daros por saludados, no os beso por lo que pueda pasar",...), dejando a las claras que muchos de ellos no habían entendido nada sobre esta importante cuestión.

- Ausencia de entrevista o exclusiva potente

Teniendo todas las miradas puestas en el estreno, lo que más extrañó de este primer programa fue la falta de una gran entrevista o exclusiva con la que aumentar la expectación y acaparar titulares. Aunque se contó con Ivana Andrés, capitana de la Selección Española de Fútbol Femenino, y en cada sección se dieron interesantes exclusivas propias de sus contenidos, faltó un bombazo con el que TardeAR diese un golpe sobre la mesa televisiva. Dedicar casi una hora a un perfil tan desconocido como el de Ivana fue uno de los lastres de la puesta de largo del magacín.