Me invitaron al estreno de 'GH VIP 8' y acabé ninguneada: crónica de una entrevista frustrada

Este 14 de septiembre, regresó Gran hermano VIP. El formato estrella de Mediaset España volvía a la parrilla tras cuatro años de ausencia por el caso Carlota Prado, destapado por El Confidencial en 2019. El grupo mediático quiso hacer borrón y cuenta nueva, y recuperar el reality show que tantas alegrías le dio en el pasado. Unas alegrías que Telecinco, recientemente superada por La 1 de Televisión Española, necesita como agua de mayo.

Aprovechando el estreno, decidimos, en cierto modo, encarar nosotros también una nueva etapa con respecto a GH, pero lo sucedido en la noche de este jueves no hace más que dificultar las cosas. El pasado miércoles, con apenas 24 horas de antelación, Mediaset España se puso en contacto con la sección de televisión de este medio para realizarle lo que, a priori, parecía una interesante propuesta. Hicieron hincapié en que solo nos la habían trasladado a El Confi TV, es decir, que tendríamos en exclusiva ese contenido.

La idea era vivir la primera gala del espacio de telerrealidad desde dentro, tantear el ambiente, con la posibilidad de entrevistar a la nueva presentadora del formato, Marta Flich. Acompañarla en la sala de maquillaje o en los últimos ensayos, conocer sus sensaciones previas al gran momento. Y ahora hablo en primera persona, porque fui yo quien accedió a ir hasta la sede de Fuencarral y elaborar un artículo que pudiera ser del interés de nuestros lectores.

La cadena y yo acordamos tener este encuentro antes de que empezase el directo. Y quizá alguna pregunta rápida en un corte publicitario más largo. Sin problema, convenimos realizar el trabajo antes del estreno, pues los tiempos en tele son los que son. Así que me presenté en los estudios a las 21:00 horas, con bastante margen, como me pidieron. El departamento de Comunicación me llevó a plató, donde el equipo ya ultimaba detalles de sonido, iluminación y realización.

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Me dicen que Flich llegará a eso de las 21:30 horas, pero que antes de la entrevista tendrá que grabar algunas promociones que se emitirían durante la gala, dato que desconocía. En efecto, la también conductora de Todo es mentira llegó a plató puntual. Me saludó educada y sonriente, y me hizo saber sus "nervios" e ilusión, tan típicos cuando se trata de un gran formato, esperando que pudiésemos hablar una vez quedase libre.

Spoiler, esa fue mi única interacción con ella, por desgracia. Me apetecía mantener una charla con Marta, a mi juicio una de las comunicadoras más interesantes de la pequeña pantalla actual. Eran las 21:45 y las gradas empezaron a llenarse de público, a entrar los defensores de los aún desconocidos concursantes de GH VIP 8.

A las 22:15, ensayos de la presentadora accediendo al set. El regidor pidiendo aplausos y ruido en plató. Y, de repente, un grito: "¡6 minutos!". Me pregunté a qué se refería y pronto lo entendí todo. Mediaset, en una falta de respeto hacia los televidentes y también los medios, optó por adelantar el estreno de GH VIP un cuarto de hora. Anunciado a las 22:45 desde hace días, el programa arrancó a las 22:30 horas, en una de las noches de competencia más feroz entre cadenas que recuerdo.

Obviamente, los cortes publicitarios en televisión no los eligen ni un departamento de Comunicación de una cadena, ni mucho menos una presentadora. Lo que sí que es evitable es tener a una periodista como parte del atrezzo durante casi 3 horas, sin cumplir con lo pactado, mientras el resto de compañeros de prensa habían sido invitados a recibir a los participantes en la misma puerta de la casa de Guadalix. Los principales periódicos y medios digitales fueron invitados a Guadalix de la Sierra para recibir a los concursantes y hacerles alguna que otra pregunta. El Confidencial no, ya que tendría en exclusiva a Marta. Al final, ni una cosa ni la otra.

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Hubo insistencias por parte de la cadena para que me quedara hasta las 23:45, hora en la que GH tendría una pausa de unos 6 minutos y en la que supuestamente podría tener algunas declaraciones de Flich, pero esta que escribe dijo: "Hasta aquí". Mediaset había faltado a su palabra y mi tiempo vale lo mismo que el de todos.

Me fui y llegué a casa a medianoche, con infinitas ganas de escribir esta crónica. Con ganas de decir que nuestro trabajo merece un respeto. Y más cuando este trata de remar a favor de un formato histórico, que solo es posible gracias a un enorme equipo técnico, pero, sobre todo, humano. Pude comprobar su implicación y profesionalidad, quizá lo único bueno que saco de este paseo en balde.

El regreso de la marca Gran hermano era esperado por muchos. Ahora, por una menos.