"Se me rompió el corazón": Jesús Vázquez, tocado por la historia de una concursante de '¡Allá tú!' (y su extraordinaria jugada)

Marián fue este domingo, 13 de agosto, una de las dos concursantes que libró su particular batalla contra el banquero de ¡Allá tú!, y no lo tuvo fácil, ya que arrancó con la que fue "la peor primera tanda de cajas que hemos hecho desde que empezó esta aventura". Así lo destacaba Jesús Vázquez, quien se mostró especialmente tocado por la complicada historia personal de la participante.

La joven murciana llegaba al centro del plató con el sueño de poder conseguir un buen pellizco de premio para abrir una juguetería. El motivo de este particular proyecto era que anteriormente había trabajado en una, pero lamentablemente fue despedida cuando se quedó embarazada. Con ese deseo en la mente, Maríán comenzó a abrir cajas en orden ascendente, comenzando por la número uno. Su jugada no le salió nada bien, abriendo en su primera tanda todo cajas amarillas, las que contienen buenos premios.

"¿Te plantarías con 1.100 euros?", le preguntaba Vázquez ante su mala racha, la peor que se recuerda en esta nueva etapa del formato en Telecinco. Ella reconocía que sí, destapando entonces su dura historia: "Ella me dijo 'en mi casa somos cuatro personas y entra un sueldo muy bajito para cuatro y si el banquero me ofrece 4.000 o 5.000 euros y está la cosa complicada, me voy a plantar porque yo los necesito'. A mí se me rompió el corazón cuando dijiste eso y dije 'coño, es que es verdad que hay mucha gente a la que cuatro mil euros le arreglan la vida".

Así lo confirmaba la concursante, dejando claro que 1.100 euros, por poco que pudiera parecerle a mucha gente, sería una buena oferta a aceptar en un momento dado: "No todo el mundo gana eso, para mí es mucho dinero, aunque soy consciente de que para otras personas no tanto".

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N. Costas

A partir de ese momento, la murciana cambiaba de estrategia y comenzaba a abrir cajas en función de las personas que las portaban, y su suerte cambió. El programa dio un giro para ella hasta revertir su situación, llegando a la recta final con todo cajas de color amarillo, con cantidades que oscilaban entre los 1.000 y los 125.000 euros. La joven tenía margen de negociación, por lo que llegaba incluso a rechazar una oferta de 6.006 euros del banquero.

La suerte le sonreía, por lo que comenzó a arriesgar hasta acabar aceptando una suculenta oferta de 22.000 euros: "Son dos años de trabajo en mi casa", aseveraba con felicidad. Ese sentimiento sería todavía mayor cuando se destapaba el dinero que contenía su caja, 7.500 euros, por lo que su trato había sido todo un éxito.