"Dirán que soy un avinagrado": Joaquín Prat se harta de la actitud de sus colaboradores

Hay temas que levantan pasiones en el Club social de El programa de AR, y sin lugar a dudas las polémicas de Victoria Federica y Tamara Falcó son dos de ellos. Un buen ejemplo ha sido la tertulia de este viernes, 26 de mayo, la cual se le llegó a ir de las manos en varias ocasiones a Joaquín Prat y Patricia Pardo, tanto que hasta el presentador se vio en la obligación de dar un tirón de orejas a sus colaboradores.

El magacín puso sobre la mesa la última aparición pública de Victoria Federica en una corrida de toros, con algunos de los tertulianos alabando que simplemente saludase a la prensa. Destacar esto como positivo encendía los ánimos, con varios de ellos enfrentándose por el mal trato que suele dar a los reporteros, tan habitual que ahora destacan como positivo que salude amablemente.

Los presentadores tenían que mediar entre sus compañeros en un par de ocasiones, por lo que finalmente optaban por cambiar de asunto y abordar las últimas novedades del vestido de novia de Tamara Falcó. Sin embargo, era peor el remedio que la enfermedad, ya que los colaboradores volvían a pisarse unos a otros nuevamente en sus intervenciones, todos con muchísimas ganas de expresar su opinión al respecto.

Esta actitud colmaba la paciencia de Joaquín, que les cortaba con un sutil pero contundente "os da igual que alguien esté hablando, ¿verdad?". Automáticamente, todos se quedaban callados, menos Pepe del Real, que era quien tenía la palabra. El periodista proseguía con su argumentación gracias al toque de atención del presentador dado a los colaboradores.

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Pero Prat no se había quedado tranquilo, por lo que no dudaba en cortar nuevamente a su compañero para regañar de forma más clara a todos los presentes: "Deverdad, ya lo siento, ¿Pero sabes lo que pasa? Que al final dicen que soy un avinagrado, que estoy tenso y que lo pago con los colaboradores, pero es que de verdad, tenemos que dejar hablar. Esto no puede ser. Nosotros trabajamos para la gente que nos ve. ¡Os lo pido por favor!".

Los periodistas entendían la llamada al orden y la acataban rápidamente, por lo que no hacía falta que en todo lo que restaba de programa volviesen a tener que moderar sus intervenciones, respetando bien los turnos de palabra pese a confrontar en el debate. Así, sí.