"No estoy orgulloso": Roger, el invitado que se encaró con Ana Rosa en directo, da la cara y se explica

Un solo gesto y cinco palabras le han valido a Roger para convertirse en el protagonista televisivo de la semana. Hay que remontarse a la mañana del pasado martes, 25 de abril, para ver cuando este joven intervenía en El programa de AR como testigo del desalojo de un pasajero por parte de la conductora de un autobús en Barcelona. Sin embargo, lejos de dar su versión de los hechos, el invitado optaba por expresar su enfado con Ana Rosa invitando al programa a "comerle la po***", un feo gesto que la comunicadora cortaba rápidamente.

Roger se había situado en el foco del interés informativo al ser el autor del vídeo en el que podía verse como una conductora de autobús, exasperada por el supuesto acoso de un pasajero, terminaba por echarlo de su vehículo. Como principal testigo de lo sucedido, el joven era invitado por Quintana para ofrecer todos los detalles en directo. Lejos de hacerlo, aprovechaba que la presentadora le daba la palabra para cargar contra su equipo: "Pues la verdad es que mira... Llevo dos horas esperando y... ¡me podéis comer la p***! Es que es una vergüenza", le soltaba en directo, levantándose de su silla para llevarse las manos a los genitales frente a la cámara.

Ana Rosa cortaba de inmediato la conexión con él, tachándole de tarado, pero no podía evitar que la secuencia corriese como la pólvora por las redes sociales, tanto que finalmente el propio Roger ha querido dar la cara para tratar de que el público pudiera llegar a entender el porqué de su falta de respeto a la comunicadora y, de paso, a todos los espectadores de Telecinco.

"Quiero decir que no estoy orgulloso de lo que hice y, por mucho contexto que haya, no lo justifico. Aun así, me gustaría añadir información que creo que, para mí, es importante explicar para que entendáis un poco mi reacción", comienza subrayando el joven en su cuenta de TikTok, dejando claro cuáles son sus intenciones con este nuevo vídeo.

"A raíz de los del bus, mi WhatsApp se llenó de mensajes y llamadas de periodistas de todos los medios del país. Tenía 10 o 12 periodistas llamándome sin parar y, a mí, que solo me llama mi abuela, que tanta gente me llame sin parar, es algo que molesta", confiesa acto seguido, evidenciando así lo abrumado que se sentía ese día.

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A esto se le sumó el tiempo de espera en Mediaset y la falta de medios para realizar la conexión, como él mismo denuncia: "En las oficinas de Telecinco me tuvieron esperando entre una y dos horas, con mi móvil. Cuando pedí un trípode, lo que me dieron fue un calendario de 2004 para que lo apoyara", destapa.

"Estaba en un Zoom [aplicación de videollamadas] esperando para entrar en directo con Ana Rosa y, a la vez, me estaba llamando un taxi que estaba fuera en la puerta para irme a otro plató de otro medio. Minutos antes, además, me estaban condicionando un poco la entrevista sobre lo que tenía que decir. Esto, sumado a todo lo de antes, me tocó los cojo...", remata afirmando, ofreciendo así un poco de contexto sobre el desagradable incidente.