La peineta de Lequio, que explota en 'Ana Rosa' por las mentiras sobre Ana Obregón

Cuando este miércoles, 29 de marzo, saltó la noticia de la maternidad de Ana Obregón por gestación subrogada, en El programa de AR todas las miradas estaban puestas en Alessandro Lequio. El colaborador optaba por dar la callada por respuesta, limitándose a asegurar que él era conocedor de todo. Sin embargo, su postura era bien diferente un día después, explotando contra las mentiras del entorno de su expareja, hasta el punto de dedicar incluso una peineta en directo.

Ana Rosa le interpelaba 24 horas después para conocer hasta qué punto era consciente de todos los movimientos de Obregón, ya que se estaba poniendo sobre la mesa que ha habido numerosas filtraciones durante estos últimos meses. El italiano aseguraba no conocer tantos detalles como pensaba, puesto que se enteró por fases de los planes de Ana, pero, en cualquier caso, de él no habría salido nada de este asunto: "Ella sabe que de mí no ha salido nada, pero es que tiene un entorno... me hacen gracia, hablan más que...".

"¿Tú te crees que Ra no sabía nada? ¡Venga! ¿Tú te crees que Susana Uribarri no sabía nada? ¡Por aquí!", estallaba en directo, dedicando una peineta a todos aquellos que ahora estarían mintiendo al respecto, siempre según su versión.

"Cualquiera de los que están a su lado, ¡todos hablan!", agregaba airado, poniendo un claro ejemplo de que la información llevaba tiempo circulando entre la prensa: "Hace tres semanas, Cristina Tárrega me preguntó si era cierto esto, punto. Yo ni le contesté".

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N. Costas

"Esta señora -señalando a Cristina-, hace tres semanas me pregunta: 'oye, ¿tú sabes algo?'. ¡Ella lo sabía porque alguien se lo había contado! Ahora todos dicen que no sabían nada, ¡por favor, dejad de mentir! Es que me hacen una gracia todo esto...", aseveraba en su vehemente tono habitual.

"Hace tres semanas Cristina me preguntó si era cierto esto, o sea que la gente hablaba", repetía Lequio, emplazando a su compañera en el Club social a dar un paso al frente. Así lo hacía ella, dejando constancia únicamente de que tenía la información, pero que en ningún caso fue el italiano quien se la proporcionó, ya que ante esa pregunta dio la callada por respuesta, cambiando rápidamente de tema.