Susanna Griso, indignada en 'Espejo público': "¡Me salto el presuntamente porque me da la gana!"

Este martes, 17 de enero, Susanna Griso fue incapaz de contener su indignación ante una de las noticias abordadas en Espejo público: de la mano de Diego Revuelta y el equipo del magacín matinal, se exponía a la audiencia el caso de un supuesto arquitecto que dejaba a sus clientes con las casas empantanadas, a mitad de obra y sin dinero.

"Vamos a contarles el caso de unos clientes que se sienten estafados por una reforma que nunca se produjo. Fíjense, contratan a un constructor, el piso acaba completamente destrozado y, por supuesto, no hay reforma de por medio", avanzaba la presentadora, introduciendo así un amplio bloque dedicado a este caso.

Así, el programa ofrecía la versión de algunas de las 25 víctimas de este "falso arquitecto", como le denominaban en el matinal, pero también de la madre del acusado, quien evitaba responder a la reportera de Espejo público de muy malos modos. Estas formas colmaban la paciencia de la comunicadora, tajante en su réplica: "¡Que deje en paz este falso arquitecto a quienes les promete unas obras que nunca se cumplieron!".

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Pero si algo encendía todavía más a Susanna era el relato ofrecido por un inspector de policía, que detallaba en profundidad la investigación. "¡Qué vergüenza, qué vergüenza!", se podía escuchar a Griso en plató, alterada al conocer cómo presuntamente este señor habría utilizado a inmigrantes ilegales para arrancar las obras, sin apenas pagarles, condenándoles así a llegar incluso a dormir en las propias casas en las que trabajaban por falta de dinero.

"No sé si el adjetivo puede ser cruel", apuntaba el policía en su relato, con Susanna Griso siendo incapaz de morderse la lengua: "Cruel, como mínimo. Pero todo es de una desfachatez tremenda. Nos encontramos con un falso arquitecto que se da un gran tren de vida y que no paga a sus operarios, a los que, además, condena a la indigencia, por no hablar de todas las casas que deja a medio hacer y con los propietarios tirados. Ha quedado claro que escrúpulos, pocos, ¡y me salto el presuntamente porque me da la gana!", sentenciaba airada, dando por cerrado este polémico asunto.