El encuentro entre Paz Padilla, Belén Esteban y Kiko Hernández (con mofas de por medio)

A punto de cumplirse un año de su espantada de Sálvame tras una tensa bronca con Belén Esteban sobre el coronavirus, Paz Padilla y la colaboradora han vuelto a verse las caras en los pasillos de Telecinco... y volvieron a saltar chispas. Al menos eso es lo que se desprende de lo destapado en el magacín de Mediaset este martes, 13 de diciembre, donde María Patiño ponía sobre la mesa que ambas se habían encontrado en la sala de maquillaje y peluquería, con Kiko Hernández y Rafa Mora de testigos.

Belén no negaba la mayor, explicando a los espectadores que ella "saluda cuando entra a un sitio", algo que no habría hecho Paz: "Si no me saludan estando yo dentro, yo tampoco saludo". Aunque ni ella ni Kiko recibieron el saludo de su excompañera, Rafa sí lo obtuvo, manteniendo una animada charla con ella tras haber seguido en contacto durante todo este tiempo.

El desplante, por tanto, solo era para Belén y Kiko, siendo este último el que reaccionó con mofas ante el feo de Padilla, como él mismo desvelaba: "Me llama la atención que ella diga que está para dar amor y repartir amor y llega a maquillaje y no saluda a los compañeros a los que le ha dado amor durante 13 años. Delante de ella, yo le he gritado a Belén 'mi amor, ¿cómo estás?', ella me ha respondido que muy bien y yo le he dicho que eso es por el ómicron", explicaba en torno de burla el polemista, unas pullas que hacían referencia a dos asuntos por los que Paz Padilla ha sido durante criticada el pasado año.

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N. Costas

"Y yo le he gritado que estoy coja, pero estoy viva", remataba Belén Esteban, dejando claro que había sido partícipe de los dardos hacia la presentadora tras ser ignorados por ella: "Está claro que nos vio, la sala es toda de cristaleras enormes que parece aquello el Santiago Bernabeu".

Pese a esto, ella misma reconocía que, por su parte, el encuentro no hubiera sido tan beligerante si Padilla entrase con otra actitud en la sala: "Si ella entra, que yo estaba allí peinándome, y me saluda, no tengo ningún problema en saludarla. Quizá hasta me hubiera gustado hablar con ella y decirle que se había equivocado, que aquí los enemigos no son los que la montaron aquel día en Sálvame. Yo no me siento culpable de nada, solo defendí una situación que había vivido con el coronavirus en mi casa".