Las gemelas de 'First Dates' se sinceran sobre la enfermedad que les afectó de lleno en su trabajo en TV

Son muchos los espectadores que conectan con First Dates cada noche, pero pocos los que de verdad conocen a dos de sus grandes rostros, Cristina y Marisa Zapata, las gemelas del dating show de Cuatro. Este sábado, 10 de diciembre, ambas han acudido a Fiesta para dar visibilidad a una enfermedad que les ha acarreado muchas consecuencias.

Hace casi un lustro, y aunque ya había recibido señales durante su infancia y adolescencia, Marisa fue consciente de que sufría un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): "Cuando salía con un chico y se acababa, le daba muchas vueltas. Repetía mil veces la historia a mis amigas. O si pasaba algo nuevo, ellas tenían que saber toda la historia desde el principio".

Marisa Zapata: "Te tragabas las lágrimas y la ansiedad. Mientras podías, te escondías"

Inevitablemente, la afección también influyó a su hermana: "Hace como cuatro años, cuando a ella le dio fuerte, yo estaba bien, pero su enfermedad me afectaba a mí y me daba una ansiedad increíble. Me arrastraba, a mí y a la gente que tenía alrededor. Mis padres han sufrido y les he visto en situaciones horrorosas". De hecho, en determinada ocasión, su padre llegó a desvanecerse por la tensión al lidiar con su hija.

Además, Marisa ha confesado que llegó a autolesionarse. "Me hacía daño a mí misma, tenía el brazo hecho añicos", ha explicado la actriz, confirmando asimismo haber tenido "pensamientos suicidas": "Decía '¿a quién le escribo la carta, cómo lo hago?'. Por otro lado, pensaba '¿cómo voy a hacerle esto a mis padres, que están vivos?'".

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Las camareras del programa de citas tampoco han ocultado cómo ha repercutido este trastorno en su trabajo frente a las cámaras. "Te tragabas las lágrimas y la ansiedad, sonreías. Mientras podías, te escondías, te ponías de los nervios. [Carlos] Sobera, el pobre, lo vivió menos, pero Matías [Roure], Lidia [Torrent], compañeros de maquillaje y demás...".

Tras agradecer a profesionales como Yolanda Martín Campayo, la directora del formato, o David Cardona, el productor, su comprensión en las grabaciones, Cristina ha desvelado que llegó a pensar que si Marisa se ponía "mala", quizá también acabarían despidiéndola. No obstante, la ayuda del equipo fue constante, en especial de los maquilladores, que se encargaban de tapar a Marisa las marcas de los brazos para que no se notasen en pantalla.