"He estado muerto un año": la desgarradora confesión de Jorge Javier, entre lágrimas en 'Sálvame'

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'Sálvame' estrenó este lunes, 19 de septiembre, su nueva temporada en Telecinco, y lo hizo con el regreso de Jorge Javier Vázquez tras un mes y medio de vacaciones como principal plato fuerte de la tarde. El presentador había cebado el pasado viernes que regresaba con una importante noticia que comunicar, una bomba que tardó mucho en detonar ya que, por el camino, se sinceró con los espectadores sobre su situación personal.

"No sabía que se podía vivir con tanto dolor, con tan pocas ganas". Con esta dura confesión abrió el comunicador su intervención, una charla íntima con Belén Esteban mientras ambos se dirigían a las instalaciones de Mediaset en la que Vázquez se abrió en canal: "Ahora me he dado cuenta de que durante un año he estado muerto, aunque suene muy fuerte. Sentimental y emocionalmente. He estado sin sentir absolutamente nada".

El motivo de esta tristeza no tardaría en desvelarlo: "El fallecimiento de Mila me dejó totalmente trastocado, yo no pensaba que tanto. Su muerte ha significado para mí, a los 52 años, que me he hecho adulto. Con ella yo me sentía muy adolescente. Hacíamos locuras juntos como si no tuviéramos la edad que teníamos. Durante este año me he sentido viejo, muy viejo. No tenía ganas de nada, de emprender nada. Sentía que ya todo se había acabado. No me quería quitar de en medio, ni mucho menos, pero no tenía ilusión", reconoció Jorge Javier.

Belén se interesaba entonces por conocer cómo había salido de ese trance, y este avanzaba solo una de las claves: "Todo esto ha sido un proceso, pero, entre otras cosas, con ayuda profesional. Dar con la persona adecuada ha sido fundamental. Ella, mi psicóloga, me dijo que estaba entrando en una espiral autodestructiva que le preocupaba. Yo notaba que por ahí no podía continuar, que la vida no podía ser eso. No me sentía mayor, me sentía viejo. Creo que esto le ha podido pasar a mucha gente con la pandemia, que se nos ha roto la vida durante dos años y para mí recuperarla fue muy complicado. Me sentía muy solo. No me servían mis amigos. Llevaba como un año sin salir de casa, sin relacionarme ni tener ganas de hacerlo. Ahora sí he vuelto con ganas de ello. Creo que he pasado el duelo, que es algo que tenía que pasar".

Así llegaba al plató de Telecinco, y con su entrada este tema se aparcaba momentáneamente, poniéndole al filólogo todas las polémicas más importantes que han abordado en estos cerca de dos meses de ausencia. Como suele ser habitual en él, se mojó y mucho en varias de ellas, pero su intervención más importante era la que llegaría posteriormente, cuando se descarnó ante los espectadores de la cadena para anunciar que había escrito un nuevo libro: "Veía en una entrevista que lo importante para seguir es tener proyectos e ilusiones nuevas, y una de las maneras que he tenido de salir de este pozo en el que no sabía que estaba tan metido, ha sido escribir un libro".

"Esto me ha servido para poner el corazón encima de la mesa. Esto es lo que hay, con todas las consecuencias y sin paños calientes. Cuento cosas de mi vida que antes no me hubiera atrevido jamás a contar por respeto a mi familia, por miedo y por la repercusión mediática que sé que va a tener. Pero ahora me siento preparado para todo. Qué bien se vive cuando se vive sin miedos. Esto es lo que hay, esto es lo que soy", aseveraba emocionado el catalán.

"Mentalmente empecé a escribirlo el día que falleció Mila, necesitaba escribir todo esto. Me he vaciado, disfrutado, llorado y emocionado. Sobre todo he vuelto a llorar, que es algo que me había olvidado. Es el libro en el que más me expongo, por decisión propia, y en el que menos me oculto", sentenció Jorge Javier antes de leer la primera página de su libro, unas líneas en las que ahonda en ese pozo en el que estaba y cómo salió de él, así como la importancia de Mila Ximénez en su vida. Vázquez no podía contener las lágrimas, como tampoco Adela González, fundiéndose en un emotivo abrazo donde él se derrumbaba definitivamente entre sollozos.