Carlota Corredera al descubierto: "Refugié mi sufrimiento en la TV y la comida"

Es una de las presentadoras más populares de la televisión. Un caso excepcional que rompe el estereotipo de lo que hasta ahora habíamos visto en televisión y que tras una larga carrera tras las cámaras, se pone al frente de algunos de los programas de televisión de mayor audiencia. Carlota Corredera vive actualmente uno de los mejores momentos de su vida y lo reconoce. Disfruta con su trabajo, vive feliz con su marido y su hija Alba y, sobre todo, está saludable después de perder más de 60 kilos.

Pero su camino hasta llegar aquí no ha sido fácil y ha decidido compartirlo. Asegura que "algunas veces, los sueños se cumplen" y su libro es uno más. 'Tú también puedes' (editorial Grijalbo), fruto de un duro esfuerzo de trabajo e introspección personal, es uno de sus orgullos. En él, Carlota repasa algunos de los momentos más complicados de su vida, mientras asume la responsabilidad de contar cómo ha conseguido recuperar su salud luchando contra la obesidad, la gran pandemia del siglo XXI. Corredera lleva toda la vida a dieta y su relación con la comida siempre ha sido emocional y complicada.

PREGUNTA: ¿Sientes que con este libro estás cumpliendo un nuevo sueño?

RESPUESTA: Sí. Se ha ido gestando en silencio, pero haberlo escrito es algo muy emocionante por muchas razones. Es algo muy personal y no una novela de ficción, por eso ha sido complicado. Comparto todos mis recuerdos desde niña y todos están vinculados a la comida, las dietas, las restricciones... Fue complicado. Pero por otro lado es algo muy bonito porque soy periodista, me gusta mucho escribir y lo tenía muy abandonado. En la tele se escribe poco. Es un trabajo emocionante. Estoy muy nerviosa porque es algo que he hecho con mucho cariño y motivación. Ha sido un trabajo muy esclavo, porque me ha pillado también en pleno auge de presentadora…

P: ¿Crees que te has expuesto demasiado con un libro sobre tu vida?

R: He compartido fotos y sé que impacta, pero hay una realidad y es que no puedo ocultar que he tenido una relación muy complicada con la comida. Todo el mundo me ha visto casarme muy bien de peso, bajar, volver a coger más kilos, engordar mucho cuando me quedé embarazada. He compartido todos mis estados con el público y ahora he de compartir lo que ahora considero una victoria para mi salud. Sería una historia incompleta si no hubiera compartido mis vivencias y mis fotos.

El bajar a los infiernos te hace no cometer los mismos errores

P: ¿Temes las críticas?

R: Ha sido un ejercicio de sinceridad y de exposición muy grande, pero, pase lo que pase, estoy contenta. Para mí ha sido una catarsis personal escribir. Ha sido una terapia. Me he reencontrado con mucho dolor porque lógicamente he hablado de cosas muy dolorosas para mí, pero me ha dado mucha serenidad ver las cosas desde la perspectiva que tengo ahora. Creo que el hecho de bajar a los infiernos cuando ya no estás allí es un ejercicio para detectar lo que hiciste mal y no volver a cometer los mismos errores.

P: ¿Cómo es ahora mismo tu relación con la comida?

R: Yo a día de hoy sigo conviviendo con la adicción y con esa relación tan insana que tenía con la comida. Lógicamente la comida sigue en mi vida. Ahora mismo tengo la madurez y las herramientas para asumir la mayor verdad de mi vida, que es que tengo un problema con la comida y que eso es para siempre. A mí comer me hace feliz, me hace disfrutar, me provoca sensaciones maravillosas... Sé que sin una relación sana con la comida puedo volver a traspasar una línea roja, que es la línea del lado oscuro. Yo tengo unos demonios internos como tiene cualquier persona que ha tenido una adicción y los tengo que dominar. Tengo que estar muy alerta porque al final mi droga es muy fácil de acceder a ella.

Solo puedo tomar dulces tres veces al año

La primera victoria es el día en el que como algo sabiendo que engorda, pero no pasa nada y al día siguiente vuelvo otra vez al redil. Eso es lo que se llama la compensación. Yo de lunes a viernes tengo una dieta muy estricta y me permito muchas más concesiones.

P: ¿Te consideras un ejemplo?

R: Cuando la marca de productos con la que he hecho el tratamiento me ofreció que los probara lo hice sin pretensiones. No lo hice con vistas a nada más, pero es cierto que desde el momento en el que dije públicamente que había perdido 50 kilos, fui responsable involuntaria, un referente para mucha gente. Yo no busco ser ejemplo de nada, pero si algo tiene sentido... Ojalá consiga inspirar a la gente a tener salud o al menos a que puedan ver que hay luz y se sale del pozo. Yo con eso me doy por satisfecha, no soy pretenciosa.

P: Dices que tus dos grandes adicciones han sido la comida y la televisión...

R: La tele ha tenido muchísimo que ver en mi salida del pozo, pero durante un tiempo fue un 'colaborador' necesario de mi adicción a la comida. Al final tenía adicción al trabajo, cuando con 30 años, muy joven, me hacen directora de 'TNT'. Había pasado poco tiempo de la muerte de mi hermano y, al final, cuando tienes heridas fuertes cada uno sale adelante de una manera diferente. Algunos se quedan en la cueva y otros se agarran a la vida de muchísimas maneras. El trabajo, aunque me quitó la salud, fue un ansiolítico para mí fundamental. Era un refugio donde curar mis heridas.

Estoy muy orgullosa de Telecinco, en otra cadena me hubieran escondido

Cuando me llegaron grandes responsabilidades, me convertí en la candidata perfecta para caer donde caí. Aquí no tenía familia, ni cargas familiares, ni pareja, así que me centré en el trabajo y comía por el estrés. La tele tiene un punto de veneno, de adicción y de enganche tan fuerte…, porque cuando te dedicas a lo que te gusta como era lo mío, hay que tener cuidado de no traspasar la línea y de no anular el resto de parcelas de la vida. Cuando no tienes prisa por llegar a casa, es el paso previo para engancharte a tu curro. Durante mucho tiempo mi trabajo fue la prioridad y creo que dejó de serlo cuando llegó Carlos a mi vida.

P: Cuando ves en televisión 'chicas monas' que igual no lo hacen muy bien, ¿qué piensas?

R: Hay una revolución que es imparable. Las mujeres reales, que van más allá del estereotipo de top model, estamos ya en la tele, en la moda y vamos a seguir avanzando para darle su sitio a un segmento de la población que es mayoritario. No tiene ningún sentido que la mayoría de la gente no entre en una 38 y, sin embargo, la dictadura de la 38 nos tenga que invadir a todos. No significa que no haya mujeres de la 38 que sean grandísimas profesionales, guapísimas y a las que solo faltaría que no dejen trabajar… Tan injusto sería una cosa como la otra, no podríamos caer en eso.

La belleza no está reñida con la inteligencia. Lara Álvarez es un buen ejemplo de esto. Es buena persona, buena compañera, buena profesional y no encontrarás a nadie que te hable mal de ella. Es un pibón. ¿Qué hacemos? ¿La encerramos? Tiene todo el derecho a trabajar y no solo está por su físico en televisión.

Al final la tele tiene que ser un reflejo de la sociedad que ve esa tele. Estoy muy orgullosa en la cadena en la que trabajo porque soy una persona que igual en cualquier otra cadena me hubieran escondido y en Mediaset no solo no me escondieron, sino que me sacaron a presentar, cuando tenía la imagen más antitelevisiva posible. Primaron mi profesionalidad y mi talento por encima de mi talla y hay que valorárselo.

P: ¿Te arrepientes del posado en bañador después de las críticas que recibiste?

R: Las recibí desde la tranquilidad de que estoy muy orgullosa de lo que hice. No significa que no me diera vergüenza o no tuviese pudor, pero una vez que decido algo apechugo. Si accedo a posar en bañador para una revista, tengo que asumir las críticas, los comentarios y todo. Lo que no acabo de entender es que haya personas con sobrepeso que me critiquen por hacerlo. Claro que es más fácil posar ahora que hacerlo antes como estaba porque tengo más confianza en mí misma, pero me alucina que la gente no haya visto más allá y que no valoren que a una mujer de mi talla la hayan puesto en la portada de una revista de tirada nacional en bañador. Son conquistas que se van haciendo. Olé que haya una revista que decida apostar por una persona como yo. Siempre habrá alguien que te critique, pero va en el lote.

P: ¿Estás pendiente de la salud de María Teresa Campos?

R: He hablado con Terelu y Carmen en todo momento y estoy muy pendiente. Como todos los que queremos a Teresa estoy preocupada, pero espero que esto se quede en un susto. Es una mujer muy fuerte y muy luchadora. Yo estoy segura de que va a ir muy bien, es lo que deseo. Para las hijas desde luego ha sido un gran susto.

La belleza no está reñida con la inteligencia. Lara Álvarez es un buen ejemplo de ello

P: ¿Terelu está molesta, de verdad, con Carmen por ese supuesto sorpasso profesional?

R: No he hablado con ella de esto, pero me extrañaría muchísimo que Terelu esté molesta porque la relación que tienen las dos es de máxima complicidad y de máximo apoyo. En alguna ocasión creo que se lo he preguntado a Terelu y creo que ella está contentísima de que a su hermana le vaya bien en lo profesional y explore otras posibilidades. Ella es un poco como yo, que hemos estado siempre trabajando detrás de cámara, dirigiendo y de pronto se pone delante. Se lo merece. A mí Carmen como profesional me ha ayudado cuando era un papelón presentar el programa de 'Las Campos'. Creo que ha humanizado a Terelu y a Teresa.

P: ¿Son reales tus piques con Kiko Hernández?

R: Lo de Kiko Hernández se va a resolver públicamente en cuanto vuelva a presentar. Hay un fondo de ironía en mis palabras, pero como he visto que me respondía tan serio… En el fondo sí somos un poco Pimpinela. Le gusta llevarme al límite porque sabe que le permito cosas que no les permito a otras personas. Le gusta jugar con eso. Yo también me puedo permitir con él cosas que él no dejaría hacer a nadie. Es una de mis debilidades y lo sabe, se aprovecha de ello.

P: ¿Cómo va todo en 'Cámbiame'? ¿Tu relación ha mejorado con los coaches?

R: En 'Cámbiame' estoy muy contenta y cada vez más unida a ellos. Mientras más nos conocemos, más nos queremos y pronto vais a ver un programa especial con motivo de la salida de mi libro con ellos y mostraremos cómo son nuestros sentimientos. Va a ser muy bonito.