Batacazo de los países balcánicos en Eurovisión

Dinamarca cumplió con los pronósticos y se convirtió este martes en uno de los finalistas del LVIII Festival de Eurovisión tras la celebración de la primera semifinal del certamen en el Malmö Arena (Suecia).

La gran sorpresa de la noche la protagonizaron los países balcánicos (Croacia, Eslovenia, Serbia y Montenegro), que no consiguieron clasificarse para la final del sábado. De esta forma, Macedonia (Bosnia-Herzegovina no participa este año) podría convertirse en el único país de la antigua República de Yugoslavia que participe en la final, algo hasta ahora inaudito.

Junto a la gran favorita Dinamarca, pasaron a la final Moldavia, Irlanda, Estonia, Bielorrusia, Rusia, Bélgica, Países Bajos y Lituania, otra de las sorpresas de la noche ya que las apuestas previas la colocaban en el último lugar de la tabla.

Las grandes ovacionadas en el estadio fueron Dinamarca, de forma obvia ya que el Malmö Arena estaba repleto de daneses -Copenhague está a tan sólo quince minutos de la ciudad sueca-; y Países Bajos, que no participa en una final del certamen desde 2004 y cuyo pase se comunicó al final para así dar más emoción a la semifinal.

Esta primera semifinal sirvió además para que la televisión sueca volviera a demostrar una vez más que, a pesar de la sencillez de la gala, puede conseguirse un gran espectáculo televisivo gracias a una excelente realización y una iluminación muy estudiada. Elementos que, de hecho, fueron imprescindibles para su victoria el pasado año en Bakú (Azerbaiyán).